La directora del centro médico de Sarmiento al 300 dijo que desde enero se registran acciones que buscan perjudicar la actividad. “Atentan contra los pacientes. Es criminal”, sostuvo
Las autoridades de los Policlínicos Pami I y II denunciaron sabotajes en esos centros de salud. El último episodio sucedió este viernes a la madrugada, en el efector ubicado en Sarmiento al 300, donde tras un corte en el servicio de energía eléctrica el grupo electrógeno del hospital no se encendió en forma automática como suele hacerlo.
El incidente que tuvo hoy como foco al centro de salud ubicado en pleno centro de Rosario se produjo a partir de la salida de funcionamiento de un generador de la EPE, lo que dejó sin servicio a un sector en el que está incluido el hospital. Al no funcionar el sistema de emergencia, que activa el generador de energía de manera automática, las autoridades revisaron el equipamiento. Fue cuando descubrieron que el aparato no se activó en forma automática porque alguien había “apagado” la denominada parada de emergencia.
La directora y coordinadora del Pami I, Graciela Ravarotto, anticipó que en las próximas horas presentará una denuncia penal por presunto sabotaje y aseguró que se reforzará la vigilancia privada en sectores sensibles de los dos policlínicos del Pami en Rosario.
En declaraciones periodísticas, Ravarotto hizo un racconto de lo sucedido en el efector ubicado en el centro de Rosario. “Hubo un corte de energía y tenemos generadores que son automatizados. Ante una interrupción del servicio, el grupo electrógeno tiene que funcionar. Y no funcionó porque estaba puesta la parada de emergencia. Cuando se produjo el corte, el grupo intentó arrancar, pero como estaba la parada de emergencia entró aire en el sistema no pudo funcionar. Ahora, lo hicieron funcionar los técnicos y tenemos energía”, precisó.
La funcionaria remarcó que “la parada de emergencia fue frenada a propósito. Esto es claramente un sabotaje”.
Ravarotto aseguró: “Estas situaciones ya las tuvimos en el Pami 2 (ubicado en Olivé al 1100), donde hubo problemas con el grupo electrógeno, rompieron las puertas de los ascensores, a los que también desatornillaron los techos. El Pami 2 se quedó sin agua porque inundaron la cisterna. Hubo todo tipo de sabotaje”.
“Además -agregó la directora-, hubo una amenaza de que eso iba a suceder también en el Pami I, y lo concretaron”, subrayó.
Al ser consultada sobre las motivaciones que habría detrás de esos hechos, Ravarotto consideró: “Hubo un cambio de gestión desde mediados de enero. Nosotras somos nuevas. Evidentemente, hay gente molesta con nosotras, pero con esto que hacen no atentan contra nosotras, sino contra los pacientes. Me parece un acto criminal”.
Ravarotto aclaró que tras el episodio de esta madrugada, cuando el generador de energía no se encendió automáticamente, “no hubo riesgo con los pacientes. Hay cuatro personas en terapia intensiva con están conectadas a respiradores, que tienen baterías. Había una cirugía programada para esta mañana, pero se postergó por el corte, pero ahora sigue adelante porque el generador ya arrancó.”
Por último, Ravarotto reiteró que a raíz de los hechos en los dos policlínicos “se reforzará la vigilancia en los sectores de mayor riesgo para evitar problemas. La denuncia por lo ocurrido en el Pami 2 ya se presentó y ahora iremos a Tribunales por lo del Pami 1”.