Una odontóloga que presta servicios a los afiliados del Pami desde hace 15 años denunció que fue “despedida”. “Comunico a usted que se procede a rescindir sin expresión de causa, a partir del 1º de agosto de 2017, la relación contractual de locación de servicios asistenciales que la vincula con el organismo”, reza la última parte de la carta documento que recibió este viernes Norma Cáceres. La mujer es delegada provincial del Gremio Odontológico Argentino y aseguró a El Ciudadano que su situación es producto de una “persecución política”. “Nosotros tenemos un reclamo histórico. Hace años que pedimos el aumento del valor de la cápita, un cronograma de pago y el cese de persecución a los compañeros”, manifestó la profesional.
La odontóloga recibía a los adultos mayores en su consultorio de zona sur desde hace 15 años. Explicó que hay dos niveles de atención de salud bucal a los jubilados: el 1 y el 3. Por cada paciente el valor de la prestación es de seis pesos.
“Hace tiempo que estamos reclamando el aumento del valor de la cápita. Nos hacemos cargo de todos los materiales, como insumos, mantenimiento del consultorio y hasta el mecánico dental, entre otros. Los oftalmólogos del Pami, por ejemplo, cobran una cápita de 33 pesos. Los odontólogos quedamos atrás, los costos son altísimos y no lo podemos sostener”, subrayó la representante gremial.
Según contó Cáceres a este diario, este mes se le debitó de su cuenta cinco mil pesos porque atendió a una paciente con demencia senil que tiró sus dientes postizos. “En lugar de corroborar con las autoridades del geriátrico si yo había trabajado o no con ese paciente, me derivaron a Legales. Cobro 16 mil pesos por mes y me retuvieron la tercera parte de mi sueldo”, detalló.
Y agregó: “No sólo pasa conmigo, son muchos los casos. Somos perseguidos por auditores que salen a cazar odontólogos para aplicar multas. A una compañera que se adhirió a un paro le adjudicaron una multa de 1.700 pesos. Otra caso fue el de una odontóloga que estaba en reposo porque tenía pérdidas en su embrazo y le atribuyeron una multa de 7 mil pesos. Esas son las medidas que maneja el Pami. En un ambiente de democracia meten miedo”.
La representante del Gremio Odontológico Argentino es sostén de familia y tiene dos hijos a los que tiene que mantener. “Mis hijos dependen de mí”, afirmó.
“El Pami sale a perseguirme, digitó uno por uno a mis pacientes para ver si estaban conformes con mi atención y por eso hoy (por ayer) me llegó el telegrama de despido. Vengo reclamando desde hace tiempo que con estos costos no nos podemos sostener y como soy la cabeza visible del grupo salieron a cortar mi cabeza. Es una clara persecución gremial, política e ideológica”, expresó Cáceres.
Y concluyó: “Los jubilados del Pami están sin atención en muchos ámbitos. Es aberrante cómo se manejan, en lugar de gastar energías en brindarle una mejor atención a los jubilados, se dedican a hacer este tipo de barbaridades. Mi telegrama de despido es sin causa”.
El próximo lunes a las 10, odontólogos del Pami, militantes de CTA Autónoma y ATE Rosario se concentrarán en la puerta de la Delegación IX, de San Lorenzo 926, y cortarán la calle en reclamo de la reincorporación de Cáceres, sumado a los que vienen realizando hace tiempo.
La respuesta desde el Pami
Por su parte, la directora Ejecutiva de Pami Rosario, Milva Sánchez, explicó a El Ciudadano que “no fue un despido el de Cáceres, sino una rescisión contractual”.
“Se rescindió su contrato. Son muchas las causas y tenemos la facultad para hacerlo. A los directores ejecutivos se les otorga la autoridad para rescindir el contrato de un empleado del organismo con 30 días de anticipación”, detalló Sánchez.
Y concluyó: “Tiene antecedentes negativos para el organismo y se resolvió prescindir de sus servicios”.