Nelson «Pandu» Aguirre fue sentenciado a 16 años de prisión en el marco de un juicio abreviado por su participación en balaceras en escuelas y estaciones de servicio, hechos que también implicaron a la banda liderada por el «Viejo» Cantero en 2022. La pena se unificó con otras, resultando en una condena total de 30 años de prisión. El mismo día, otro miembro de la organización, Gastón Figueredo, recibió una pena de 4 años por su rol dentro de la estructura delictiva.
La jueza Valeria Pedrana homologó el procedimiento abreviado propuesto por la Fiscalía contra Aguirre, de 35 años, quien fue acusado de asociación ilícita en carácter de jefe, intimidación pública, amenazas y extorsión en diversos hechos. Por su parte, Figueredo, de 34 años, fue condenado a 4 años de prisión efectiva por asociación ilícita, en su calidad de integrante de la banda.
El fiscal Franco Carbone atribuyó a ambos «formar parte de una asociación ilícita junto a Máximo Ariel Cantero, su pareja Rosa Montero y otras personas, dedicada a cometer delitos contra las personas, la propiedad, la administración pública, la seguridad pública y la salud pública». Según la Fiscalía, la organización criminal buscó «ocupar y dominar sectores y barrios, excluyendo a bandas rivales con el objetivo de obtener beneficios económicos derivados de diversas actividades ilícitas». Para lograrlo, «sus integrantes cometieron múltiples delitos».
En el caso, Cantero y Montero fueron imputados como cabecillas de la estructura, mientras que Aguirre fue identificado como uno de los responsables directos. Además, se investigaron células o subestructuras dentro de la organización.
La investigación señala que «Aguirre es el jefe de una célula o subestructura conformada por un grupo de personas que realizan actividades ilícitas con influencia en los barrios Triángulo, Vía Honda y la zona sur-oeste». La banda «operó desde al menos noviembre de 2021 hasta el 27 de abril de 2022, cuando se detuvo a varios de sus integrantes».
Para la Fiscalía, Aguirre «es clave para la consolidación y funcionamiento de la subestructura a su cargo, actuando como jefe del grupo que responde a sus órdenes, las cuales impartía desde su lugar de reclusión en el Pabellón 8 del Complejo Penitenciario de Coronda». Desde allí, «dirigía actos ilícitos que incluyeron balaceras en estaciones de servicio y escuelas, extorsiones, lesiones, homicidios y venta de estupefacientes, con operaciones centradas principalmente en la zona oeste».
Aguirre ya contaba con una condena previa de 16 años de prisión, impuesta en 2017, por un homicidio ocurrido en Villa Banana.