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Pánico en un taxi: dos chicas desconfiaron y escaparon

Lo tomaron en Córdoba y Oroño. Desvió el recorrido, paró a una cuadra al lado de una camioneta con quien se hacían señas de luces. Y cuando las dos jóvenes escaparon ambos conductores permanecieron en sus autos. Si bien no recuerdan las patentes, radicaron la denuncia

Dos chicas denunciaron una extraña situación que vivieron arriba de un taxi. El conductor del vehículo de alquiler, según las jóvenes, desvió el recorrido y paró al lado de una camioneta con quien se hacían señas de luces. Y cuando las dos jóvenes escaparon, ambos conductores permanecieron en sus autos. Si bien no recuerdan las patentes, hicieron la denuncia en la Comisaría de la Mujer que fue derivada a la Unidad de NN del Ministerio Público de la Acusación. Este martes le asignarán un fiscal que evaluará si lo relatado en la denuncia constituye un delito. Desde la Dirección de Licencias y Habilitaciones, de la Secretaría de la Movilidad dijeron que identificaron la unidad pero esperarán la investigación judicial.

El domingo alrededor de la 1.50 de la madrugada dos amigas tomaron un taxi al lado de la estación de servicio Shell de Oroño y Córdoba. Una de las jóvenes se iba a bajar primero y la otra iba a seguir viaje.

“Subimos y mi amiga le indica su dirección pero, mientras ella dice eso el hombre que lo conducía (un joven de aproximadamente 30 años, flaco, de tez clara, con barba, un piercing en la nariz de argolla finita, una remera de color oscuro y el pelo rapado a excepción de la parte superior que lo tenía un poco más largo atado con una colita) comienza a subir el volumen de la música que estaba escuchando”, sostuvo una de las víctimas en su cuenta de Facebook.

El chofer dobló por Rioja en dirección hacia el oeste, por lo que las jóvenes le dijeron que no era por allí y que las llevara a la dirección que le habían pedido. “Frenó en calle Alvear y comienza a hacerse señas con la camioneta que para del lado derecho: no recuerdo el modelo pero era estilo Hilux, color plateada y el hombre que conducía era un señor grande con lentes”, sostuvo una de las jóvenes.

La muchacha asegura que la camioneta tocó bocina y que el chofer comienza a estacionar. “La chata estaba al lado izquierdo más atrás y luego queda estacionada detrás. El chofer en ningún momento nos dirige la palabra o nos mira la la cara, tampoco nos explica por qué está parando o qué es lo que sucedió con la chata, pues no chocaron, ni se rozaron, ni hubo golpes nada. Ante la situación yo, que me encontraba del lado derecho de la puerta que da a la vereda, atino a bajarme mientras el taxi aún se encontraba en movimiento estacionando y sin mirar demasiado le grito a mi amiga que corra”, afirmó.

Las chicas cruzaron calle Rioja corriendo y otro taxi pasó, cuyo conductor les preguntó qué sucedió, pero le contestaron rápido y siguió. “A mitad de cuadra hay un estacionamiento e ingresamos ahí. Le explicamos la situación al chico que estaba trabajando, nos dio agua y pudimos comunicarnos con un amigo que por suerte vive a la vuelta, en la misma cuadra que nos bajamos corriendo. El muchacho nos acompañó caminando y nuestro amigo estaba abajo esperándonos pero la chata y el taxi seguían ahí”, agregó la víctima. Después el padre de una de ellas las buscó y las llevó a su casa.

“Lamentablemente en la desesperación y en el momento de sólo pensar en correr ninguna de las dos vio la patente del taxi ni de la chata. Ya hicimos la denuncia correspondiente, y aunque dudo que se encuentre a los involucrados para esclarecer el hecho, subo esto a las redes para que cualquier otra persona que lo lea este atenta y no le suceda lo mismo”, sostuvo.

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