Un yeite es un “asunto dudoso” o un “rebusque”, una palabra proveniente del lunfardo que el tío de Joaquín Varela repetía constantemente. “Usaba siempre esa palabra para decir que tenía un truquito, un rebusque. Lo aplicaba a la música o a cualquier cosa. La usaba tanto que se nos quedó pegada”, recordó Tomás Halbach, primo de Joaquín. Ambos, junto con Francisco y Josefina Halbach, Nicolás y Victoria Varela, y Juan Francisco De Paula son Jeites, una banda que toma su nombre de aquella palabra repetida con insistencia. “Con el tiempo destacamos la J de Joaquín y la T de Tomás y dimos con una palabra que no existe. Jeites con J somos sólo nosotros”, explicó. Con más de diez años sobre los escenarios mostrando un estilo que fusiona géneros con el objetivo de obtener piezas “divertidas que propicien el baile”, Jeites llega a Rosario esta noche, a partir de las 21, en el Teatro Vorterix (Salta y Cafferata).
Ciudadano del mundo es la segunda parte de una trilogía que la banda comenzó a editar en 2014. Ese año salió a la venta Desde la tierra: “Un disco más folclórico, que habla de nuestros viajes, nuestras raíces, nuestras madres”, explicó Halbach. “Este nuevo disco es más fuerte, más mundano, más de la ciudad. Ciudadano del mundo tiene algunos recursos que aprendimos a usar como la música electrónica mezclada con rock”, agregó y adelantó que ya están trabajando en el cierre de esta trilogía, un CD que llevará como título: Mi sol mayor.
El paso del primer disco al segundo tiene que ver con una migración; oriundos de Mar del Plata y Necochea, los músicos se asentaron en Buenos Aires: “El segundo disco entonces tiene que ver con ese llegar a la ciudad, con la noche, la música, el arte”, dijo. “En la ciudad la gente se pierde o trata de encontrarse. Muchos vienen acá (Buenos Aires) a buscarse, a buscar lo que les gusta y para conectar con gente que le guste lo mismo”, explicó Halbach y lanzó: “Hacemos música positiva, que te hace reflexionar pero es alegre”. Jeites se caracteriza por la fusión de estilos: “Hay canciones que arrancan rockeras y se convierten en una cumbia y viceversa. Podemos definirlo como canción fusión”. Pero el fuerte de Jeites es el vivo: “Es lo más divertido, son las canciones, el sonido que sale del escenario. Buscamos que los temas suenen como en el disco o mejor. Y a eso le sumamos colores, proyecciones, globos, piñatas, pintura. En un recital de Jeites bailás, no te queda otra”, describió Halbach.