El ex ministro de Economía Domingo Cavallo consideró hoy que la situación económica actual «es mucho peor que en 2001», y aseguró que el Gobierno no quiere devaluar «para evitar un Rodrigazo».
«El Gobierno está entrampado y sin credibilidad. Es imposible que le encuentre una salida que no sea socialmente muy costosa», alertó el ex funcionario.
Cavallo señaló que el blanqueo de capitales «no va a ayudar. Quizás permita que se realicen algunas operaciones inmobiliarias. Pero básicamente, el efecto que tendrá es el de ampliar la brecha entre el dólar paralelo y la cotización del oficial».
En ese sentido, explicó: «La gente que necesita blanquear y tiene pesos, primero va a comprar dólares en el mercado paralelo y eso, inevitablemente, va a aumentar la demanda y el precio».
Según dijo, «la única forma (de reducir la brecha entre ambas cotizaciones del dólar) es con una política de unificación cambiaria y la eliminación de las restricciones».
«Pero este Gobierno no lo puede hacer, porque para resolver esto se necesita credibilidad, que inspiren confianza y esto no lo tiene», añadió.
En declaraciones radiales, Cavallo sostuvo: «No es que el Gobierno se tiene que ir. Van a gobernar hasta el 10 de diciembre (de 2015) pero no van a encontrar soluciones ni aún poniendo un equipo económico de gente que realmente entienda cómo funciona la economía».
A su criterio, «la situación actual es mucho peor que en 2001 y es parecida a los finales de los 80; diría que es más parecida a la del 73 ó 74, que terminó en el Rodrigazo», que consistió en una brusca devaluación que originó una escalada inflacionaria.
«En 2001 había una situación externa muy desfavorable para la Argentina, pero por lo menos había fuentes de financiamiento; un industrial o un agricultor si bien recibía precios bajos por el clima internacional y las devaluaciones de otras monedas, también tenía costos bajos», recordó.
Y concluyó: «cualquier cosa que hagan provocaría un efecto devaluatorio en el mercado oficial tan grande que sería el punto de partida de un Rodrigazo. Se podría evitar con una gran restricción monetaria, pero tendría que ser brutal, porque como ya han emitido tanto dinero aún cuando dejaran de emitir, puede haber un aumento muy grande de la velocidad de circulación del dinero y producirse una espiralización de la inflación».