“Está muy claro: el ajuste fiscal es para los que vivimos en el interior”, se volvió a quejar, con visible molestia, el intendente Pablo Javkin. La noticia que volvió a incomodar al jefe del Palacio de los Leones fue el anuncio del gobierno del presidente Javier Milei de aumentar en 20.000 millones de pesos los subsidios al transporte automotor de pasajeros del Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba) para sostener al mismo valor los pasajes, tras dejar en 0 peso los subsidios al interior. “Pasamos de 70-30 a 85-15. Después pasamos 100 a 0, y después 140 a 0, si se pudiera argumentar así”, dijo sobre el reparto porcentual de subsidios al interior. “Y después 160 a 0”, continuó. Javkin se refirió a los colectivos después de presentar y firmar la reglamentación de la nueva ordenanza de aplicaciones para taxis, y el cambio de humor resultó más que evidente. Y en ese marco anunció un nuevo desembarco en Buenos Aires “probablemente la semana que viene” de la Liga de Intendentes que integran las y los jefes municipales de prácticamente todas las capitales provinciales y grandes urbes, para ver qué pasó con el proyecto de ley que llevaron al Congreso y que se iba a tratar con premura –según recibieron el compromiso– y que ahora parece dormir una siesta.
“Nosotros propusimos una ley muy clara; no tiene costo fiscal para el Estado nacional. Lo que decimos es que lo que se recauda del Impuesto a los Combustibles, repártanlo equitativamente en donde se origina. Para decirlo más claro: dejen en Rosario la que pone la gente de Rosario”, marcó Javkin.
Más de 20 intendentes e intendentas llevaron las carpetas con el proyecto y sus antecedentes, que se remontan a la crisis de 2001-2002 –un análisis en el que se denota fuerte influencia del Ente de la Movilidad Rosario– el pasado 4 de junio al Congreso, y lo presentaron en Diputados y el Senado. Fueron recibidos por legisladores de distintas bancadas, en su mayoría integrantes de las comisiones de Transporte de cada Cámara, y ninguno de los argumentos recibió contestación negativa alguna. Incluso –y para espanto de algunos intendentes– la senadora por Córdoba del PRO Carmen Álvarez Rivero apuntó a la paritaria de la UTA, que se discute a nivel nacional, para desgajarla, una arista que no se había ido a discutir. Y el senador de La Libertad Avanza Francisco Paoltroni, de Formosa, si bien tuvo una salida por la tangente con el proyecto de “integración ferroviaria sudamericana”, volvió a los colectivos urbanos para transmitir su “compromiso absoluto de tratar esta tremenda problemática” y “mejorarle y facilitarle la vida a todos los ciudadanos”.
A dos meses de ese momento, se sabe que el gobierno nacional no quiere saber nada con un proyecto que rearme un Fondo fiduciario cuando sigue disolviendo otros –el más reciente, el Fondo para la Recuperación Ovina– y el proyecto se congeló. Incluso pese a que no plantea engrosar partidas, cosa que el propio Milei anticipó que vetaría invariablemente y sin analizar nada, ya que toda iniciativa semejante a su entender proviene de “degenerados fiscales”.
Pero la situación que se denunciaba injusta en ese momento, ahora recrudeció en molestia por el reciente “retoque” precisamente en el Impuesto a los Combustibles, que llevó a surtidores un aumento en torno al 3%. Por ello Javkin planteó que “al menos” hay que “salir del colmo”, que es la situación actual: “Que con la plata de los rosarinos le estemos pagando el transporte a los que viven en la Capital”.
El intendente anunció que el primer paso, de nuevo, será reunirse con los legisladores nacionales de Santa Fe y que cada jefe municipal intentará hacer lo propio en su provincia. “Estamos muy confiados en que la mayoría de los legisladores y legisladores que vienen de origen del interior –e incluyo en esto a los de la provincia de Buenos Aires, porque le pasa lo mismo a los intendentes de Bahía Blanca o de Mar del Plata o de Pergamino– podamos avanzar en esto”, dijo. De hecho, cuando la Liga de Intendentes estuvo en el Congreso, el precio del boleto en Rosario era otro, al igual que en las ciudades de Córdoba, Santa Fe. Y el precio de las naftas también era otro. Lo que no varió es el boleto mínimo en Buenos Aires, que sigue en 270 pesos. Además, funcionarios del gobierno nacional admitieron, por ahora no oficialmente, que está en carpeta una quita de beneficios federales de la tarjeta Sube, en cuanto a los descuentos en segundos y terceros viajes lo cual seria demoledor para usuarios del interior que usan más de un transporte para sus actividades diarias.
El lado oscuro de la General Paz
“Dos países. Uno está en La Capital y el Amba, viviendo con subsidios y tarifas ridículas. El otro es la Argentina que produce y aporta sin nada de eso, y banca con recursos propios los privilegios de los otros”, sostuvo Javkin en su cuenta de X (ex Twitter) en la víspera, cuando trascendió que el gobierno de Milei aumentaba los subsidios al transporte de Capital y Gran Buenos Aires de unos 160.000 millones de pesos a 180.000 millones.
Dos países.
Uno está en La Capital y el AMBA, viviendo con subsidios y tarifas ridículas.
El otro es la Argentina que produce y aporta sin nada de eso, y banca con recursos propios los privilegios de los otros.https://t.co/j2E9nz5idw— Pablo Javkin (@pablojavkin) July 31, 2024
Sobre la cuestión también habló, reforzando la posición, la presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck, quien calificó la decisión de “ridícula” y cargó por el lado del federalismo: “Nunca fue tan cierto que el interior está subsidiando de una manera completa a quienes tienen el privilegio de tener otras tarifas gracias a que viven en Capital Federal y alrededores. Es todo gracias a un gobierno nacional al que evidentemente le importa cero el interior”, dijo.
Compartiendo los cuestionamientos con Javkin, la concejala incluso reconoció a representantes con los que mantiene distancia política, como el diputado nacional Eduardo Toniolli, del Movimiento Evita. Tanto a él como a la diputada Mónica Fein, del Partido Socialista, les elogió su defensa de la federalización de los recursos por encima de su pertenencia política. Y se apartó de la idea de un nuevo aumento del boleto en Rosario para sostener el sistema de transporte: “La verdad es que no podemos seguir todo el tiempo tratando de que este costo lo paguen los usuarios, pero es lo que está logrando el presidente con esta decisión, sinceramente. Es como si no importáramos los que no vivimos allí. La verdad que es una discriminación grosera, absoluta”, cerró apuntando al gobierno de Milei.
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