Por Patricia Dibert. Fotos de Marcelo Berger.
El Wayra Tour de Fuerzabruta desembarca en el Salón Metropolitano (Av Intendente Lamas 601), desde el 29 de mayo. El director de la compañía Diqui James y el actor Martín Buzzo, visitaron nuestra ciudad para brindar detalles sobre el show que estrenaron en el Luna Park de Buenos Aires en septiembre del año pasado. Por entradas agotadas del 29 al 31 de mayo, Fuerza Bruta agregó nuevas funciones para el viernes 1º de junio a las 21, y el sábado 2 a las 19 y 23 hs. Las entradas se encuentran a la venta en Córdoba 1643 1er nivel, Córdoba 1487, Sarmiento 780 y Córdoba 1369 local 9, además del sistema de venta Ticketek.
Wayra (viento en voz quechua), es el nombre del tour que presentan en nuestra ciudad, y su innovador director, ex integrante de La Organización Negra y de De la Guarda, Diqui James, dialogó con El Ciudadano:
–¿Cuál es la impronta del Wayra Tour, que reformula y revé coreografías de anteriores espectáculos?
–La idea es divertirnos, fundamentalmente. El paralelo que hago es cuando una banda de rock sale a tocar un disco, y toca lo nuevo, lo viejo y los hits. A mí lo que más me divierte es estar en la sala de ensayo y después mostrarlo al público, y a veces ese proceso en el teatro es muy tedioso si te lo tomas en serio, si es una obra nueva o vieja, finalmente te genera un aparatosidad para moverte que no me gusta para nada. Queríamos laburar en un espacio más grande entones metimos las ideas nuevas mezcladas con cosas el show anterior que nos encanta hacer, y de repente salió un espectáculo que es ‘Fuerza Bruta con todo’, en el que sabemos qué es lo que funciona y renovamos las viejas ideas o sea las de más de tres años.
–Cuando hablás de cosas nuevas, fueron concebidas después del desfile de los festejos del Bicentenario, ¿Cuánto influyó esa experiencia en una nueva puesta?
–Lo del Bicentenario fue un sueño. Yo desde que empecé a hacer teatro, siempre quise hacer teatro en la calle, porque el teatro callejero es lo más grande, lo que lo mantiene vivo y creo que no se debe perder nunca. Ya en 1989 con la Organización Negra hicimos un show en el Obelisco, y después con De la Guarda no conseguimos los permisos necesarios y debimos hacerlo en el Velódromo. Fue el sueño de toda mi vida poder hacer algo en la calle, y entonces cuando nos convocaron nos sentimos felices…
Pero no teníamos la idea de la inmensidad que tomó ese desfile tan multitudinario. En esa oportunidad trabajamos con gente de todo el país, con policías, bomberos, actores, extras, con gente del folclore, la cumbia y la murga; fue muy interesante poder hacer un evento donde tenés la dirección artística, pero hay un montón de personas que ponen su confianza, su esfuerzo y su cuerpo en el show, y todos fuimos para el mismo lado.
–¿Qué marca dejó el Bicentenario en Fuerza Bruta?
–Bueno, fue un gran impulso en la confianza porque fue un reto muy grande, por eso pudimos encarar las dimensiones del Luna Park o de espacios similares, y además nos fortaleció como artistas y como equipo. Fue muy bueno porque pudimos probar artísticamente muchas ideas, jugarnos a hacer un montón de cosas, y al final yo me quedé como excitado diciendo “Esto es lo que nos divierte, hagámoslo entonces”. Me parece que había que romper con la inercia que te impone un prejuicio, sobre si lo que hacés es teatro, el mercado y la industria, y lo que yo quiero en realidad es salir a la pista y mostrar lo nuestro, achicar la brecha entre la sala de ensayo y el público, porque en Fuerza Bruta el público forma parte del show, sino nos quedamos a la mitad, yo lo necesito.
–¿Por qué armaron dos alternativas para ver Wayra Tour, en butacas o parados?
–Siempre me dio pena y bronca el prejuicio que soportaron La Organización Negra, De la Guarda y Fuerza Bruta, de que éramos algo under, alternativo y para pocos. Creo que también gracias a la experiencia del Bicentenario, pudimos mostrar que lo que hacemos es popular, no tuvimos que explicarle nada a nadie. Incorporando butacas, podemos sumar a los que no quieren ir porque no les gusta estar en la escena. En el Luna Park tuvimos que mejorar lo que les ofrecemos a las personas sentadas en las butacas, porque nosotros somos expertos en llevarte de viaje, vos parado allí y todos mezclados, entonces después de esa primera experiencia debimos agregar cosas, que se verán en Rosario, con escenas nuevas que trabajamos exclusivamente para la gente que esta en las butacas. En Wayra Tour trabajamos paralelamente con el público sentado y el parado, casi de manera independiente, como si fueran dos shows distintos pero de una misma experiencia.
–¿El show tiene a la banda tocando en vivo?
–Si claro, con Gaby Kerpel, mi compañero de tantos proyectos. Acá habrá más música en vivo que en el Luna Park
–¿Cómo se desarrolla la experiencia de Fuerza Bruta en Nueva York?
–El mes que viene cumplimos 1500 funciones en cinco años, y lo que es alucinante en Nueva York es que actuás para personas de todo el mundo, eso es muy interesante, porque es como si fuese un viaje donde vos te quedás quieto y lo que viaja es la gente, que va pasando. Allá el público es muy heterogéneo, con brasileros, coreanos, africanos, europeos y norteamericanos, todos al mismo tiempo, y todos mezclados, y lo que logra el show es que en media hora todos están saltando y bailando juntos. Yo cuando comencé a hacer esto, siempre dije que quiero que un tipo que viene al teatro y lee Shakespeare, otro que no sabe leer y un señor que limpia el teatro, se emocionen los tres, es porque enseguida sentí ese sentimiento de asfixia del teatro como institución burguesa, cerrada, y lo que sucede en Nueva York tiene que ver con eso, que podemos hablarles a tipos que viven en lugares distintos del planeta, que tienen historias distintas a las tuyas y en un momento preciso, estamos todos festejando lo mismo, eso me encanta.
–¿Cuántas personas forman el Wayra Tour?
–Somos cincuenta personas de Buenos Aires más un equipo grande de Rosario, en realidad es el equipo más grande que hicimos hasta ahora, más grande que el del Luna Park, y de todos los espacios cerrados en los que trabajamos.
–¿Por qué la necesidad de más producción?
–Porque lo estamos desarrollando, porque estamos creciendo; el Wayra Tour es un invento que hicimos para poder crecer, probar escenas nuevas, para poder sacar lo que no nos gusta y reemplazarlos con cosas nuevas, y desde los shows del Luna Park, hemos ensayado cosas nuevas y ahora las metimos en Rosario. Un poco lo que nos da la confianza para esta evolución es la experiencia del Bicentenario, porque tenemos la confianza de saber que tenemos un show que funciona, que lo llevamos a todo el mundo y tomamos esas escenas sólidas y nos animamos a tirarnos a la pileta. Pero seguramente van a ser mejorables todavía, y al final eso es lo que nos excita, sabemos que es un show sólido pero con riesgo artístico, y ni siquiera nosotros sabemos cómo va a funcionar.
http://www.youtube.com/watch?v=7lB_3wQ88eQ
