“No es momento de comprar dólares”, dijo sonriente la flamante presidente del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, la semana pasada en una conferencia de prensa que dio junto al ministro de Economía, Amado Boudou. Con esa frase, la titular de la entidad monetaria intentó transmitir tranquilidad y de esa manera hacer disminuir la demanda del billete verde que se aceleró en los últimos días, al ritmo de los cambios en el BCRA.
Nadie sabe a ciencia cierta hacia dónde se dirigirá el precio del dólar. Es que desde que Néstor Kirchner asumió la presidencia de la Argentina en 2003, la decisión oficial fue intervenir el mercado de cambios para que el valor de la divisa norteamericana no experimentara bruscos saltos, por la consecuente incertidumbre que significaría una fuerte suba del precio del dólar para los argentinos. Y, para intentar evitar movimientos especulativos, saber en torno a qué valor el Banco Central quiere dejar al billete verde, es un secreto bien guardado en los pasillos de la entidad monetaria.
Desde que se desató el conflicto en el Central, el 6 de enero, el dólar subió cinco centavos. Ese día cotizó a 3,83 pesos para la compra, fue subiendo desde fines de enero a razón de un centavo por día, y llegó el lunes de la semana pasada a 3,88, el valor más alto de los últimos seis años. Sin embargo, pese a mostrar una tendencia a la suba, no se registró un salto brusco, que podría haber provocado incertidumbre y todavía una mayor demanda de esta moneda.
“En la actualidad está declinando la compra de billetes, lo que demuestra que el mejor negocio no es comprar dólares”, dijo también Marcó del Pont, aunque en las últimas semanas todo demuestra que la demanda de la divisa norteamericana fue en ascenso. No sólo lo prueba la tendencia al alza de la cotización, sino también que en su intervención en el mercado cambiario, el BCRA pudo comprar menos billetes verdes. Un informe de la consultora Econométrica así lo sostiene: que en la primera semana de febrero el Central pudo adquirir sólo 68 millones de dólares, un cuarto de lo que había conseguido acumular en los primeros siete días de enero.
“Si bien la cifra se encuentra en terreno positivo, la incertidumbre que generó el recambio en la conducción del BCRA, derivó en una mayor demanda de dólares por parte del sector privado, que llevó a una disminución en las compras de divisas del Central para sostener el tipo de cambio”, explica el informe.
En ese sentido recuerda que en lo que va de 2010, el BCRA compró dólares a un ritmo de 250 millones de dólares semanales las primeras tres semanas del año, para luego descender el ritmo a 163 millones de dólares y 68 millones de la moneda estadounidense en la cuarta y quinta semana, respectivamente. “Los guarismos de las últimas semanas reflejan un incremento en la demanda de dólares del sector privado, que si bien parten desde niveles bajos (a punto tal que deja margen para que también compre el BCRA), vale advertir que la dolarización de cartera bien podría continuar en ascenso si el conflicto por la creación del Fondo del Bicentenario posterga aún más la resolución del canje”, advierte.
El Presupuesto de este año aprobado por el Congreso sostiene que en promedio para 2010 el precio del dólar será de 4,20, es decir, que terminará por arriba de esa cifra. Sin embargo, pese a que seguirá la tendencia al alza, el contexto internacional volverá a traer viento de cola para el país que sumado a la cosecha récord que se espera para este año, no debería traducirse en una alta inestabilidad y, por ende, tampoco en una fuerte suba de la divisa norteamericana.