El fiscal Juan Manuel Dávila, a cargo de impulsar la acusación contra los ocho rugbiers en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, consideró este martes que fue «importante» que el imputado Ciro Pertossi se haya identificado en los videos durante su declaración y afirmó que los testimonios de los acusados «no afectan a lo que ya se ha probado en el debate».
«Es importante que Ciro Pertossi se haya identificado en el video. Ahí se ve que le pega la patada a Fernando», señaló Dávila en la puerta de los tribunales bonaerenses de Dolores donde se desarrolló la 12da. jornada del juicio.
Además, el representante del Ministerio Público opinó acerca de las declaraciones que realizaron los imputados durante el debate: «No nos afecta a nosotros en cuanto a lo que ya se ha probado. Que no respondan preguntas quedará a la interpretación del tribunal. Son declaraciones o frases sueltas. Es una cuestión de la estrategia de la defensa».
En ese sentido, Dávila indicó que mantendrá los lineamientos que presentó durante los alegatos de apertura del juicio. «Se han probado los lineamientos que hicimos a lo largo del debate: el homicidio con los dos agravantes. Lo que pedimos al comienzo del juicio sigue en pie», agregó.
Por otro lado, el fiscal no descartó que los acusados vuelvan a declarar durante la última audiencia, la cual se realizará mañana.
«Legalmente ellos pueden seguir declarando. Mañana está prevista la última audiencia y a continuación serán los alegatos. Pero si los ocho dicen que quieren declarar mañana, están facultados para hacerlo», aclaró.
Antes del inicio de la jornada, Dávila había asegurado que «no existió» la situación de pelea expuesta por el imputado Máximo Thomsen al declarar ayer ante el Tribunal de Dolores a cargo del debate, ya que nada de eso «se ve reflejado en pruebas testimoniales ni fílmicas».
Dávila respondió así ante una consulta sobre los dichos del rugbier frente a los jueces, cuando manifestó que vio «un grupo grande de chicos con un amigo, como que se iba a enfrentar» y que al acercarse sintió «un golpe en la cara», por lo que pegó «una o dos» patadas.
«Es algo que no se ve reflejado en las pruebas testimoniales ni fílmicas, yo puedo refutar eso, esa circunstancia no existió», dijo.
Finalmente, Dávila dijo que hay «mucha prueba» en la causa y que más allá que el imputado haya admitido que eran suyas las zapatillas con sangre secuestradas en el expediente, eso «ya estaba confirmado».