Según información oficial de la Municipalidad ya al menos 20 personas que cuidan vehículos en la zona de La Fluvial fueron detenidas desde principios de diciembre hasta ahora por realizar cobros compulsivos y ejercer la actividad sin ningún tipo de autorización. Cada fin de semana y por las noches, los llamados “cuidacoches” están pidiendo a cada automovilista que deja su auto en ese sector una suma fija de 20 pesos. En el Ejecutivo local señalaron que vienen recibiendo varias denuncias al respecto y admitieron que es dificultoso poder controlar la situación.
Desde hace poco más de dos meses, el grueso de la actividad nocturna se trasladó a la zona costera de la ciudad. En ese marco, las discos con más afluencia de público se radicaron, como sucede con la llegada de cada verano, en la costa central, en cercanías del Monumento Nacional a la Bandera. Así, al complejo conocido como La Fluvial (allí funcionan dos locales bailables y un tercero está en las inmediaciones) llegan miles de jóvenes cada viernes y sábado (y también domingo, aunque un poco menos) a cenar, tomar algo y bailar.
El fenómeno viene generando ya desde temporadas anteriores una situación caótica en el tránsito, dada la cantidad de vehículos que estacionan en la zona. Es tal el panorama que muchos deben estacionar sobre el césped del propio parque Belgrano, ubicado entre la calle que lleva ese mismo nombre, la avenida de los Inmigrantes y el pasaje Navarra.
Ante semejante nivel de demanda, no son pocos los jóvenes que se arrimaron a la zona (sumados a los que están desde siempre) con el fin de “cuidar” los vehículos y cobrar por ello.
En ese contexto, desde diciembre del año pasado en el Ejecutivo local comenzaron a recibir denuncias de los concurrentes sobre cobros compulsivos de parte de los llamados “cuidacoches”.
En diálogo con El Ciudadano, David Sánchez, director de Control Urbano del municipio, admitió que esos jóvenes están solicitando un monto fijo de 20 pesos a los automovilistas en la zona para vigilar los autos, y recordó que esa situación está expresamente prohibida.
“Al principio les decíamos que si trabajan solicitando compensación a voluntad no iba haber problemas. Pero ahora se negoció que directamente no pueden trabajar”, señaló el funcionario. Lo cierto es que a pesar de esa prohibición, los hechos siguen sucediendo.
Sánchez explicó que desde principios de diciembre las fuerzas policiales (en la zona interviene la comisaría 1ª, cuyos afectivos actúan en coordinación con Control Urbano) se detuvieron a al menos 20 personas. Sin dar más precisiones ni ahondar más en el asunto, el dato fue ratificado, sin embargo, desde la propia seccional.
“Desde finales del año pasado y hasta el fin de semana pasado les venimos diciendo a los cuidacoches que si siguen actuando de la forma en que lo están haciendo, es decir, con violencia y ejerciendo presión, van a terminar detenidos. Y no lo entienden. Y por eso terminaron así y con causas abiertas”, explicó Sánchez.
El funcionario expuso que los operativos se realizan los días viernes y sábado desde las diez de la noche hasta las seis de la mañana del día siguiente. “Al principio desde los propios boliches se han sorprendido con el despliegue que hemos armado algunos fines de semana. Pero tanto ellos como la gente que asiste a esos lugares terminan agradecidos por el trabajo que hacemos”, manifestó Sánchez.
Con todo, el director de Control Urbano explicó luego que, en rigor, el trabajo de fiscalización que tienen que realizar no es sólo en el parque Belgrano y La Fluvial, sino en una zona más amplia, ya que el trabajo de los cuidacoches se ha expandido y hoy ya ocupan todo el sector que va desde “la Zona Franca Boliviana hasta calle Buenos Aires”.
“Es difícil de abarcar. Vamos y volvemos todo el tiempo. Y cuando nos ausentamos unos pocos minutos de un lugar enseguida aparecen de nuevo. No son operativos simples, son complejos. Cuando uno no está encima de ellos te van ganando terreno”, admitió con franqueza el funcionario.
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