Por Daniela Barreiro.
Promediaba la década del 80 cuando Flavia Palmiero, una adolescente de poco más de 19 años, salía al ruedo con La ola verde, una propuesta infantil que se consagró en materia de público tanto en televisión como en teatro. Ahora, veinticinco años después y mucha agua bajo el puente mediante, la actriz, conductora y cantante decidió rememorar esas épocas y reeditar uno de los discos con los que comenzó su carrera. La ola verde, editado por Sony, ya está en todas las disquerías y su espectáculo de presentación ya hizo su debut en Buenos Aires.
El material contiene canciones como “Señor semáforo”, “Me voy a hacer pipí papá” y “Teléfono rock”, temas que Palmiero supo cantar hasta mediados de los 90 cuando decidió virar su carrera y llevar adelante proyectos dirigidos a un público adulto. “Hacía muchos años que no cantaba esas canciones, además había dicho que no quería volver a hacer programas para chicos. En ese momento seguí con mi carrera, con las novelas, con los programas de televisión, pero quedó un final abierto del que me estoy dando cuenta ahora. El cariño de la gente y el hecho de que sientan tan vivos estos temas me dio fuerzas para comenzar esta nueva etapa”, contó Palmiero en diálogo con El Ciudadano.
“Hubo una época en la que no quería retomar mi carrera en infantiles porque no quería competir con quien había sido antes –reconoció–, no quería volver para atrás, quizás no encontraba un nuevo camino. Ahora lo encontré, y sentí que era el momento. Un día me desperté y me dije: «¡Es el momento!». Encontré el camino que tiene que ver con quién soy hoy, una mujer de 44 años, con los elementos que tengo, ahora soy madre y tengo muchas más armas como profesional”.
Respecto de los cambios que su equipo de trabajo realizó tanto en las canciones como en el espectáculo teatral, Palmiero puntualizó: “El cambio en los temas y las puestas tienen que ver con cómo estamos hoy en día; en ese momento tenía 19 años y salí al ruedo a hablar con los chicos de la misma manera como le hablaba a mis amigos, siempre fui como era, ahora es igual lo que puede verse distinto tiene que ver con el paso del tiempo y los cambios que se sucedieron en mí, pero yo me muestro tal como soy. El show tiene mucho vértigo, hay bailarines, acróbatas, hay pantallas gigantes en las que, en cada tema, se proyecta una serie de imágenes preparadas especialmente. Efectos especiales, vestuarios para cada tema y voy a cantar en vivo. Me permito un show mucho más jugado que los que hacíamos antes y me lo tomo muy seriamente”.
“Creo que la impronta de los más chicos no cambia con el paso del tiempo –aseguró Palmiero, en referencia a su público en los 80 y al que tiene en la actualidad–, la esencia es la misma, las que cambiaron son las armas que tienen para informarse, pero el chico sigue jugando con la pelota, los crayones, los marcadores, y sin duda siguen cantando y bailando. Lo que tenemos tanto los chicos como los grandes son más armas. Hoy en día, para subir a un escenario, tenés que cantar muy bien, bailar bien; tenés que brindar un show visualmente muy atractivo porque el público, incluso el infantil, está mucho más exigente”.
La ola verde es un disco que ya circula en las principales disquerías y es un espectáculo teatral-musical, un show que, después de algunas presentaciones más chicas, debutó el 5 de junio en el porteño Teatro Maipo. “El Maipo es el teatro que nos vio nacer hace 22 años cuando presentamos allí La ola está de fiesta. Ahora, volver a ese escenario es una experiencia que conlleva mucha magia”.
“En las presentaciones que hicimos hasta el momento pudimos ver a los fanáticos con sus hijitos y fue muy lindo: dos generaciones bailando y cantando es como un sueño que se empieza a hacer realidad otra vez”, expresó.
“Actualmente hay mucha competencia en lo que respecta al teatro para chicos. Además, la vuelta de La ola hizo que surja mucha gente que quiera dedicarse a los chicos (risas). En la tele, en cambio, no hay muchas propuestas para ese público pero, aunque me encantaría volver a la televisión, no es una decisión que dependa de mí”, concluyó Palmiero.