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De Sebastián: «Las mujeres en el rock tienen espacio limitado»

Fue una de las pocas mujeres ganadoras de un premio Gardel 2014. La ex Metrópoli Isabel de Sebatián estará gratis, este viernes en Plataforma Lavardén, con Vandera y Euge, de Mamita Peyote, como invitados.

Isabel de Sebastián, ganadora del premio Carlos Gardel 2014 por Mejor Álbum Pop Femenino, se presenta en Rosario por primera vez, el viernes 24, en el Gran Salón de Plataforma Lavardén, en el quinto piso del antiguo edificio de Mendoza y Sarmiento.

Dueña de una voz melodiosa, Isabel es una gran cantante, con un registro que se adapta a todos los géneros. Su disco solista “Isabel de Sebastián” fue una perla en la edición musical del año pasado, al punto de ser considerado por los críticos para el premio Gardel. Pero sus antecedentes marcan toda una ruta. Ella fue una figura femenina importante de la arena rockera de los ochenta y noventa. Isabel hizo los coros de Luis Alberto Spinetta en el disco Privé y vino en ese rol a Rosario en dos oportunidades, en el desaparecido cine y teatro Radar y en la sala Luz y Fuerza. En este último concierto, el Flaco tenía un doble coro formado por Isabel y Celsa Mel Gowland; también integraba esas filas el guitarrista Ulises Butrón, su histórico compañero en Metrópoli, la banda formada en 1982 de la que se recuerda la canción “Héroes Anónimos”. Pero Isabel compone desde siempre, como “Mujeres aburridas”, tema que Fabiana Cantilo había compuesto con De Sebastian en épocas donde ambas formaban parte de las Bay Biscuits, la primera banda formada por mujeres.

“Con Celsa hicimos coros para Virus durante un par de años, antes de estar con Luis Alberto Spinetta, eran artistas distintos y era un ambiente mucho más chico, pero estábamos más unidos que ahora, que todo está disperso y cuesta encontrarse. Todo está separado por tribus. Antes éramos pocos, nos conocíamos todos y circulábamos mucho, nos íbamos a ver entre todos”, dice De Sebastián.

—¿Fueron pioneras como coristas Celsa, Fabiana Cantilo, Hilda Lizarazu y vos?

—Fuimos las primeras en hacer coros, aunque la primera mujer que cantó en el rock fue Gabriela y después Celeste Carballo. Y ahí nomás salimos nosotras con las Bay Biscuit y después fue el turno de Metrópolis, donde la voz principal era femenina.

—Más allá de los grupos donde cantaban, ¿el principal trabajo de ustedes eran los coros? Pensaba en Fabiana con Charly, Hilda con los Twist y vos con Spinetta.

—Lo que pasa es que eso no cambió de alguna manera. Hay diferencias entre el pop y el rock en ese sentido. El rock en este país tiene fans hombres y algunas pocas mujeres. En cambio en el pop melódico son casi todas mujeres. Me di cuenta de eso con los premios Gardel, cuando me lo entregaron hace un mes, a las dos horas y media de ceremonia todavía no se había subido ninguna mujer, ni a tocar ni a recibir un premio. Y no nos damos cuenta de ese pequeño dato porque lo tenemos naturalizado. Es que como cultura generamos eso. En Estados Unidos las mujeres copan más del 50 por ciento del aire radial, y no te lo digo como la Violencia Rivas del feminismo, sino porque me parece bueno que estas cosas se debatan y que las veamos, no es para salir a hacer leyes, aparte tampoco creo que sea falta de talento. No me peleo con ese dato de la realidad sino que lo pongo sobre el tapete para que nos demos cuenta de que existe ese escenario, que la mujer tiene un espacio tan, pero tan limitado.

—Vos viviste 15 años en Estados Unidos. ¿Allá los primeros puestos de los ranking están liderados casi en equidad entre hombres y mujeres?

—Es más repartido, acá es muy difícil porque es un mercado muy chico y además no se venden más discos y es difícil tocar. Por eso me gratifica ir a tocar gratis a Rosario, y que todo el que quiera ir pueda hacerlo. Eso me hace muy feliz. Porque no es tan fácil llegar a la gente y hacerlo posible para todos.

—Hablemos de tu disco, que para muchos fue una grata sorpresa.

—El disco es muy ecléctico, con géneros distintos. La idea era unirlos con un concepto de producción que eran esas guitarras como del lejano oeste y eso le dio una gran homogeneidad que le impartió un sonido propio. Y yo pensé que la gente se iba asustar un poco con el atrevimiento de poner a Machito Ponce rapeando y al lado un tema que hizo Luis Alberto Spinetta con letra del marido de mi abuela Rafael Alberti, o sea pasar de un lirismo muy fuerte a una cosa como muy popular e identificada con algo completamente distinto. Pero de alguna manera nada se pelea dentro del disco y todo fluye, porque lo que se prioriza es que los temas enamoraren (para grabar un tema yo tengo que obsesionarme) y esa fue la idea rectora, lo que más me gusta cantar. El repertorio está compuesto por momentos de distintas épocas de mi vida, como un rompecabezas. Me parece que quedó armado de manera homogénea. Yo pensé que en estos tiempos difíciles iban a matarme como en un Boca–River, pero gustó, se entendió la libertad que me tomé al hacerlo.

—Después de todos estos años de música tendrás tu debut solista en Rosario.

—Vamos a contar con dos invitados locales, como Vandera y Euge de Mamita Peyote, además de los músicos de la banda Mauro Cambarieri, David Bensimón, Julián Semprini, Daniel Bugallo y Federico Montero. En el concierto vamos a presentar el video que hizo Adrián Caetano de “Te mataría”, la canción de Carmen Baliero. Con él somos muy amigos y tenemos una relación de trabajo maravillosa, por eso ahora vamos a encarar la filmación del video de “En camino”. Adrián nunca había hecho videos, sólo filmó uno para un artista chileno pero no tenía demasiada afinidad con lo que hacía. Y un día se le ocurrió hacer un homenaje al momento dorado de la relación entre la música y la televisión, y salió algo en blanco y negro, hecho con cámaras de época. El resultado no es una copia de esos años, sino que es un homenaje, al estilo de Estela Raval en Pipo Mancera o Mina en la RAI, es una revisitación desde este siglo. Yo estoy feliz de ir a Rosario, porque una vez debí suspender un concierto por problemas de salud de mi mamá, cuando hace unos años grabamos un disco con Bob Telson, que eran canciones de word music y jazz muy relacionadas con las músicas folclóricas del mundo. El disco se llamó Trip y fue editado en Argentina por Aqua. Nunca más pudimos cumplir con ese concierto, y para mí es importante ir a Rosario, ciudad que admiro por ser un semillero de artistas.

Spinetta y “El ángel sin suerte”

 

Isabel relata que en los convulsionados meses finales de 1989, grabamos un disco que nunca salió. No era totalmente solista, pero después de Metrópolis yo había armado Isabel y los Milagros. En ese disco grabamos un montó de temas nuevos. Yo le había pasado a Luis un libro de Rafael Alberti sobre los ángeles, porque me pareció que por ser el más surrealista debía encajar con Spinetta. Como a la semana vino a la sala de ensayos y con esa voz finita característica, nos dijo: “Tía y Tío, a ver si les gusta esto”, él nos llamaba así a mí y a Ulises Butrón, y entonces tocó “Canción del ángel triste”, y nos quedamos todos dados vuelta. A mí me gusta recuperarla. Entre tantos sobresaltos económicos, yo me fui a Estados Unidos y ahí me enamoré de Bob Telson (autor de la música de la película “Bagdad Café”), quien fue después mi pareja y el padre de mis hijos. Entonces aquel disco quedó guardado y nunca vio la luz. En el disco también me dí el gusto de recuperar la canción “En camino”, que compuse con Gustavo Cerati. Son como momentos de mi vida que tenían que salir de alguna manera, para después de este disco poder hacer otras cosas, como que estaban ahí y esperaban encontrar su lugar en el mundo.

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