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“Para la salida de la cuarentena, es vital entender lo que ha pasado en el mundo”

Ariel Schale, secretario de Industria de la Nación, analizó la relación con la provincia de Santa Fe durante la pandemia y aclaró: “Nosotros subordinamos la política industrial hoy a la política sanitaria, con la prioridad de combatir la pandemia”

EL secretario de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa de la Nación, se refirió este sábado a la puesta en marcha de las fábricas santafesinas, una de las medidas dispuestas por el gobernador Omar Perotti en la fase 4 de la cuarentena: “Con las autoridades allí, (el ministro de la Producción, Daniel) Costamagna y (el secretario de Industria, Claudio) Mossuz, hablamos casi todos los días. Con Fisfe tenemos una relación directa. Esta semana tuvimos con todos ellos una videoconferencia, en la que hablamos de la metalmecánica, la línea blanca, indumentaria y otros sectores industriales de la provincia. Hablar de la industria santafesina es hablar de la industria nacional, porque ustedes tienen un abanico muy grande de actividades”.

Sobre lo charlado con Fisfe y el gobierno santafesino, Schale dijo: “Los temas urgentes fueron el financiamiento o el flujo de caja, pero apenas podamos vamos a retomar nuestras directrices. Acá, cuando la pandemia termine, vamos a retomar temas como la competitividad sistémica, hacer que lo que producen nuestros industriales llegue a destino a buen precio y otras cuestiones estructurales”.

El funcionario nacional recordó, en diálogo con el programa Valor Agregado, por Radio UNR, que la agenda con que asumió el gobierno nacional cambió con la llegada de la pandemia: “Cuando asumimos, veníamos de un proceso de desindustrialización pleno. Veinte meses de caída consecutiva, cuatro años de destrucción del sector, una pérdida de entre el 30 y el 40 por ciento según las actividades. Veníamos de un modelo de valorización financiera, en detrimento del trabajo y la producción. En nuestros primeros meses en el gobierno, estábamos empezando a revertir este proceso. Y nos tocó hacernos cargo de este escenario, con este virus tan contagioso, que se expandió por el mundo generando una crisis sin precedentes. A medida que la cuarentena necesitó avanzar, para contener los contagios, tuvimos que desplegar una batería de medidas para contener el empleo y la actividad, para que el final de la emergencia sanitaria nos encuentre con una industria lo más saludable que se pueda. No era la agenda prevista, fue la que nos tocó en esta coyuntura”.

Contexto global y cuarentena en fases

En los últimos días, se conoció el dato de que 33 millones de estadounidenses solicitaron seguro de desempleo desde que se inició la pandemia. Una destrucción de puestos de trabajo sólo comparable con la crisis mundial de 1929. Schale indicó, en este sentido: “Es una caída mundial histórica. Y las respuestas que buscamos dar también están siendo extraordinarias. Al universo informal de la economía, hemos destinado un ingreso universal que alcanza a más de 8 millones de personas. Implementamos los créditos del 24 por ciento, que se pusieron en marcha pocos días después de iniciada la cuarentena, con más de 160 mil millones de pesos ya aplicados, que alcanzan a 91 mil empresas Pymes y se van a prorrogar el próximo mes. Esta línea, vale la pena recordar, costó mucho implementarla por la resistencia del sector financiero. Pusimos más de 90 mil millones de pesos de garantía -la más relevante el FOGAR- que se destina a un uso específico como el pago de salarios. También el sueldo complementario, con el Estado haciéndose cargo del 50 por ciento de los compromisos del sector privado. Son medidas inéditas, de gran magnitud”.

Anunciado el paso a la fase 4 para todo el país excepto Buenos Aires y Amaba, el funcionario explicó: “Para la salida de la cuarentena, es vital entender lo que ha pasado en el mundo. Nosotros subordinamos la política industrial hoy a la política sanitaria, con la prioridad de combatir la pandemia. Porque cuidamos la vida de cada argentino y argentina. Y la experiencia internacional nos demuestra que el transporte público es un medio que puede facilitar contagios. Por eso en las fábricas estamos armando protocolos para garantizar que cada empresa se haga responsable de coordinar la ida y vuelta al trabajo sin utilizar transporte público. Lo que tenemos por delante no es una cuestión menor. Cada industrial tiene que estar a la altura y el Estado está ahí, acompañando”.

Lo que viene

El funcionario nacional advirtió: “Si la curva de contagios sube, la decisión es que se va a retroceder en la apertura. Los industriales, que desde que levantan una fábrica se ponen en la mochila el proceso completo, de transformar la materia prima, comprar máquinas, contratar trabajadores y poner el producto que elaboran en el mercado, van a poder resolver este nuevo desafío, que es el organizarse para que los obreros puedan ir de su casa al trabajo y del trabajo a su casa, sin correr riesgos. Inclusive, cuando podamos salir de las urgencias, pensamos poner en marcha planes de compra de bicicletas y motos fabricadas en el país, para alentar que la ida a la fábrica sea de ese modo y de manera económica, sobre todo en pueblos del interior”.

Luego, Schale añadió: “En las reuniones que hemos tenido en el Comité de Crisis, con la UIA, con FISFE, se puso como ejemplo a la maquinaria agrícola. Se fabrica en pequeñas localidades santafesinas, en las que la mayoría de sus empleados va en bicicleta o a pie, en las que no es un problema la matriz de transporte público. Y por eso fue una de las primeras que pudimos poner en marcha, durante la cuarentena. Ahora ya hemos avanzado con muchos sectores más en la provincia de Santa Fe”.

Por último, el funcionario valoró el hecho de tener en el país una industria nacional: “Se venía retrocediendo, pero no lograron destruirla. Y en un contexto como este, nos muestra lo importante que es tenerla. Culturalmente siempre hubo quienes quisieron instalar que lo que fabricamos en la Argentina es malo y caro. Esa operación comunicacional, hizo que les fuera fácil avanzar en un proceso de destrucción de la producción nacional, a los que no producían. Si uno instala que no sirve, es más fácil destruirlo. Pero la pandemia, dentro de lo malo, nos ha servido de algo. Es el darnos cuenta lo valioso de tener una industria nacional fuerte. En mi celular tengo todos los días decenas de pedidos, desde países que nos piden insumos, de rodillas. Y acá, los fabricamos. Tenemos que estar orgullosos de lo que somos capaces de hacer como país. Junto con el ministro Matías Kulfas, con el presidente de la Nación, estamos buscando en esta emergencia, que los argentinos podamos ponernos de pie. A veces en la historia, los momentos de crisis, las guerras, sirvieron para demostrar también que el desarrollo nacional es posible y necesario”.

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