El gobernador electo de la provincia de Santa Fe, Miguel Lifschitz, describió como «una chiquilinada» a la polémica desatada entre la presidenta saliente, Cristina Fernández de Kirchner y el mandatario electo, Mauricio Macri, por el lugar del traspaso de mando.
«Me da la sensación de que la presidenta se pone en un lugar de decisión que le correspondería al gobierno entrante, el que debiera tener la derecha en este caso», señaló el mandatario electo, quien asumirá el viernes en la Legislatura provincial.
En declaraciones a Canal 5, Lifschitz sostuvo que “no tiene tanta importancia si los atributos se reciben en la Casa Rosada o en el Congreso». Además, sostuvo que “vale la pena discutir cuando hay cuestiones ideológicas, de principios, pero esto no se justifica».
«Me parece una chiquilinada de figuras de tan importante investidura. El país no merece eso, los ciudadanos comunes no merecen eso, me parece que estas cosas se arreglan conversando, con un poquito de flexibilidad», agregó.
Para el actual senador por el departamento Rosario, la discusión entre Cristina y Macri «tiene que ver con el escenario de la Argentina de los últimos tiempos, de mucha confrontación a veces por cuestiones menores como este caso, con una gran dificultad para establecer marcos más razonables de diálogo y de discusión de los temas».