El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, afirmó que «no es tan fácil que se rompa el Frente Progresista» que conforman el Partido Socialista y la UCR en esa provincia.
Lifschitz afirmó que valora «positivamente» la decisión de la UCR santafesina de mantenerse en el frente oficialista que integra.
«Un año atrás todos especulaban con que a esta altura el Frente Progresista de Santa Fe se iba a quebrar, pero el radicalismo decidió por unanimidad permanecer y darle libertad de acción a su gente. Esto nos da buenas chances para crecer en lo local. La competencia de diputados nacionales va a ser más complicada, pero no es la primera vez que vamos separados con el radicalismo», explicó Lifschitz.
Sobre los postulantes de su partido, señaló que «la alternativa más instalada es la del ex gobernador Antonio Bonfatti: tiene mayor intención de voto y nivel de conocimiento» que el actual diputado Hermes Binner.
En declaraciones a un matutino porteño, Lifschitz indicó en torno a la competencia para concejales que desde el radicalismo «están tratando de armar listas, pero el PRO no ha logrado todavía hacer pie en ciudades importantes».
«En 2019, lógicamente, será otro escenario, pero no es tan simple que se rompa el Frente Progresista. Hay un sector muy importante del radicalismo santafesino que está atado al Frente Progresista. Llevamos 20 años trabajando juntos, yo tengo seis ministros radicales y aunque los gobiernos locales reciben cosas de Nación, tienen una relación mas estrecha con su gobierno provincial», puntualizó.
Sobre el Socialismo, indicó: «necesitamos consolidarnos en Santa Fe y reconstruir un espacio progresista nacional que después de 2015 quedó diluido por la polarización de la elección».
«Hoy, la estrategia del propio oficialismo de profundizar la polarización genera una dificultad para nosotros y lo que debemos hacer es saltar por encima de eso», puntualizó.