El jefe de Gabinete, Marcos Peña, negó que la discusión en torno a la legalización del aborto pueda «generar una discusión con el papa» Francisco.
«No veo razón para que esto genere una discusión con el Papa. Hay temas que son institucionales y se tienen que debatir. Lo más importante es trabajar y que el debate sea respetuoso, que haya libertad y que todas las voces se escuchen», consideró el funcionario macrista. En una entrevista publicada este domingo en un matutino porteño, Peña agregó que es consciente que «la Iglesia tiene una postura muy clara históricamente» y que «habrá que escucharla con detenimiento y atender sus argumentos.
Pese a que es conocida la postura de Mauricio Macri en contra de la iniciativa para despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo, el jefe de Gabinete recalcó que el presidente tomó la decisión de darle luz verde al debate porque se trata de un tema que «viene desde hace muchos años pidiendo ser debatido».
«Siempre ha sido nuestro objetivo discutir una agenda nutrida. Y cuando surgió esto nos pareció lógico avanzar», aseveró Peña, quien al igual que la mayoría de los integrantes del gabinete de Cambiemos, se opone a la legalización del aborto. «Lo hablamos con nuestras autoridades porque veíamos que este tema viene desde hace muchos años pidiendo ser debatido», concluyó.
En este sentido, rechazó los cuestionamientos de sectores del kirchnerismo, que pese a estar en general a favor de la iniciativa, ven en la habilitación del debate una maniobra para distraer la atención de la sociedad respecto de problemas como la inflación.
«Ojalá que este tratamiento se pueda canalizar y que no se busque sacar esa ventaja cortita», contestó, y recordó que «el gobierno anterior no quería discutir el aborto».
«No quiso discutir casi nada, en realidad. No promovió nunca los debates en libertad. Nosotros propusimos un cambio y lo estamos aplicando», finalizó.
En declaraciones televisivas, Peña ratificó su postura en contra del aborto, aunque reconoció «la complejidad del tema».
«No estoy a favor de la despenalización, pero entiendo la complejidad del tema», dijo, y agregó: «Hay que darle un debate porque hay posiciones muy en contra, muy a favor y muchos grises en el medio por la complejidad». Al fundamentar su rechazo a la iniciativa, dijo que le «cuesta» tomar distancia de la «imagen» que le genera «escuchar el corazón» de sus hijos a las «6 o 7 semanas» de gestación.
«Me cuesta abstraerme de la imagen de escuchar el corazón de mis hijos a las 6 o 7 semanas, pero entiendo que hay que salir de la creencia y mirar la problemática general», expresó.
Las declaraciones de Peña ocurren luego de que el gobierno macrista habilitara el tratamiento en el Congreso de un tema que divide aguas en el oficialismo, aunque la mayoría de los funcionarios se pronunció en contra del aborto.
«Cristina está contenta»
En tanto, la diputada del Frente para la Victoria Mayra Mendoza señaló este domingo que la ex presidenta Cristina Kirchner «no cercena» a las mujeres de su espacio para dar la discusión a favor del aborto y que, por el contrario, «está contenta» con que el debate se de «tan abiertamente en la sociedad».
Si bien la legisladora camporista dijo que no está en condiciones de adelantar el voto de la senadora de Unidad Ciudadana, quien en el pasado se había manifestado en contra del aborto en reiteradas ocasiones, remarcó que ella «está abierta» al debate y a «escuchar a la mayoría de la sociedad».
«Estoy convencida porque lo he charlado con ella. Está contenta con que este debate se de tan abiertamente en la sociedad, que haya llegado a los medios lo pone en un punto muy álgido. Ella es una mujer que siempre está abierta a que los debates se den», enfatizó Mendoza, una de las exponentes del kirchnerismo en materia de género.
En este sentido, se esperanzó con la posibilidad de que la ex mandataria, que durante sus dos presidencias se negó a impulsar el debate, cambie de parecer y acompañe la iniciativa.
«Cuántos más fundamentos hayan y la mayoría de la sociedad pida ese derecho, lo va a poder escuchar. Pero no me puedo adelantar a cómo será su voto», aclaró en diálogo con radio 10.
«Nosotras como militantes de Unidad Ciaudadana, del FpV, de la fuerza política de Cristina, miltiamos abiertos a favor del derecho al aborto. No estamos cercenadas por Cristina. Todo lo contrario, nos alienta a que sigamos dando los debates, que seamos parte de la sociedad y que maduremos con la sociedad respecto a este tema», agregó.
En tanto, la dirigente kirchnerista abonó la idea, repetida por varios referentes de Unidad Ciudadana, de que el gobierno pone en agenda el debate en torno a la despenalización del aborto con la única intencionalidad de «tapar la debalce social y económica que se produce por la situación económica que ellos producen».
«El gobierno quizás puede querer utilizarlo, pero más allá de la intención del gobierno, hay un colectivo de mujeres que le marca la agenda al gobierno», destacó Mendoza, que advirtió que si el presidente Mauricio Macri decidiera eventualmente hacer uso de la facultad del veto, una multitud expresaría su descontento en las calles.
«El movimiento de mujeres seguirá insistiendo para que se convierta en ley este derecho», concluyó.
La Iglesia, actor clave
A su turno, el presidente del interbloque Cambiemos en el Senado, Luis Naidenoff, consideró este domingo que la Iglesia es un «actor central en el debate» sobre el proyecto para despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo, al tiempo que instó a que se inicie en el Congreso un debate «sin hipocresías».
«Es muy interesante la propia posición de la Iglesia en este tema. La apertura a debatir lo marca la propia Iglesia cuando esta a favor de la discusión, pero con un debate amplio. La Iglesia es un actor central en este tema y es un punto de inflexión muy fuerte que tomo positivo, independientemente del resultado final», evaluó.
En declaraciones a radio Futurock, el radical formoseño rechazó que el gobierno haya dado luz verde al debate sobre el aborto legal para «tapar» las consecuencias de la política económica.
«Es un debate saludable y no estoy de acuerdo con la idea de que uno pretende instalar en la agenda parlamentaria el debate del aborto para tapar otras cosas», enfatizó.
El dirigente de la UCR instó a que se inicie en el Congreso un debate «sin hipocresías», pero aclaró que «deben conjugarse los criterios que hoy tenemos en las normas».
«Tenés un codigo que dice que se es persona desde el momento de la concepción. Cuando hay decisiones de este tipo que se toman unilateralmente afectás a la otra persona, que está reconocida por el propio código. Hay una confusión en este tema cuando se habla de libertad en el cuerpo, pero yo no sé si la otra persona tiene consentimiento, y es otro valor en juego», fundamentó Naidenoff, si bien no anunció una postura concluyente sobre el tema.
Por el lado de los argumentos que estarían a favor de la legalización, mencionó que se practican 500 mil abortos por año.
A su vez, puso foco en la desigualdad social en que se encuentran las mujeres de distintas clases sociales que se enfrentan con el problema de embarazos no deseados.
«Hay personas que están en un estado de absoluta vulnerabilidad y otras que cuentan con un poder adquisitivo como para contar con asistencia profesional», comparó.