Maximiliano Rusconi, el abogado del técnico informático Diego Lagomarsino, consideró hoy que lo que está haciendo la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, querellante en la causa por la muerte de Alberto Nisman, «es una vergüenza» y remarcó que «es imposible descifrar qué quiere» la ex mujer del fallecido fiscal cuando «avanza contra» su defendido.
«Lo que tiene que hacer la querella es definir su estrategia; a qué está jugando. Es una vergüenza lo que está haciendo», sentenció el letrado, quien aseguró que «el día del fallecimiento del Nisman fue el domingo, no el sábado (como sostienen los peritos de Arroyo Salgado), eso está clarísimo».
Sobre la cuenta en el exterior en la que era cotitular junto a dos familiares del fallecido fiscal, Rusconi explicó que «si realmente hay una idea de que Lagomarsino tuvo algún contacto con esa cuenta, eso va a ser fácil de demostrar cuando la madre y la hermana de Nisman se presenten a una declaración testimonial».
Luego de que la ex mujer de Nisman asegurara que el técnico informático que le prestó el arma Bersa calibre 22 al fallecido fiscal «oculta algo», el letrado expresó que «lo que está haciendo la querella es una vergüenza» y remarcó que «es imposible descifrar qué quiere» la jueza federal de San Isidro.
En conversación con radio Del Plata, el abogado también acusó a Arroyo Salgado de dilatar la investigación, al advertir que «la pericia del teléfono de Nisman se retrasó casi 40 días por solicitud de la querella» y opinó que a la jueza «le encanta incorporar cosas que no son objeto de investigación».
Rusconi también sostuvo que sus defendido «nunca negó» que tenía «una relación de confianza con Nisman» y precisó que el viaje que hicieron juntos a Chile a mediados del año pasado, «fue para hacer compras».
Además, el letrado reveló que le «consta que Diego está sufriendo muchísimo» y enfatizó que «lo que le está pasando a Lagomarsino es de una injusticia descomunal».
«Lo que están viviendo Diego y su familia es muy doloroso. En algún momento Diego me contó que tiene algún apoyo, no sé si psicológico o psiquiátrico», manifestó Rusconi.
El abogado también contó que se hizo cargo de la defensa de Lagomarsino porque la mujer del técnico informático «es amiga de una muy amiga» de su mujer y porque le pareció «un caso de una enorme injusticia». Al respecto, aseguró que le cobró 20 mil pesos a Lagomarsino para defenderlo porque «si no le cobraba iban a sospechar mucho más» de él.