La Cámara Argentina de Supermercados confirmó que para obtener la tarjeta Supercard se deberá contar ya con una tarjeta de crédito tradicional, mientras que el plástico costará 38 pesos mensuales.
Así lo aseguró hoy el vocero de esa entidad empresaria, Fernando Aguirre, quien sostuvo que la presentación de la tarjeta de crédito -de las empresas que operan en el mercado- «es una forma de poder verificar la capacidad de pago de forma simple y rápido. Es para tener un seguro de cobrabilidad».
La exigencia de que quien pretenda contar con la Supercard deba tener ya otra tarjeta, limitará el universo de posible tenedores de este nuevo instrumento de pago, porque inicialmente se lo pensó como destinado a las clases bajas.
Se supone que las aseguradoras que respaldarán el plástico se negaron a dar el plástico a sola firma, ante el riesgo de que se produzcan altos índices de morosidad.
La Supercard debería haber estado lista hace varios meses, pero su instrumentación no fue tan sencilla como esperaba el gobierno.
Según pudo saber Noticias Argentinas, este martes la empresa Tarshop, del grupo IRSA y dueña de Tarjeta Shopping, emitirá una Obligación Negociable por 10 millones de pesos, que será suscripta por las compañías de seguro, con el fin de contar con el fondeo necesario para arrancar el sistema.
En declaraciones a radio La Red, Aguirre puntualizó que, de esta manera, para obtener la Supercard -el plástico que impulsa la Secretaría de Comercio Interior- habrá que presentar DNI, la factura de un servicio público, recibos de sueldo y una tarjeta de crédito tradicional.
Este último requisito, admitió Aguirre, es el que generó más «polémicas». Las grandes cadenas que operarán con la nueva tarjeta son Walmart, Jumbo, Vea, Libertad, Carrefour, Garbarino, Frávega y Musimundo, que expedirán los plásticos en forma gratuita.
Supercard tendrá una tasa de financiación del 22 por ciento anual, con un límite de compra de 20 mil pesos; y el resumen de cuenta le costará a quien la posea, 38 pesos mensuales.
Por su parte, los comercios abonarán una tasa de 1 por ciento por las ventas realizadas, contra el 3 por ciento que cobran actualmente las tarjetas tradicionales.
Además, el cargo por la emisión de la tarjeta será cero, mientras que el de la administración mensual será de 28 pesos.
El envío de resumen en papel al domicilio del cliente costará 10 pesos, el interés punitorio será de 11 por ciento, mientras que el cargo de renovación anual alcanzará a 126 pesos, según se informó oficialmente.
La tarjeta, de múltiples colores, tiene al dorso un código de barras impreso que permitirá abonar el resumen en entidades habilitadas para el cobro del servicio.