El seleccionado de Paraguay terminó defendiendo con uñas y dientes el empate en un tanto ante Italia en el partido que por el Grupo F del Mundial de Sudáfrica jugaron en el Green Point Stadium de Ciudad del Cabo con el arbitraje del mexicano Benito Archundia.
Los dirigidos por Martino se habían puesto en ventaja en el primer tiempo y luego en el complemento un error de Villar posibilitó la igualdad italiana que terminó metiendo a los paraguayos contra su arco, pero sin poder quebrar la férrea defensa guaraní.
Más allá de la igualdad, ambos equipos demostraron que son candidatos a la clasificación en el grupo.
Los primeros 15 minutos del período inicial fueron para Italia porque el esquema de 4-2-3-1 que paró Lippi, le permitió a Montolivo, Pepe y Marchisio, tener la posesión de la pelota y gestar en el sector medio supremacías evidentes.
Sin embargo Italia se desvanecía a la hora de pisar el área de Villar o porque abusaba de los centros o porque la férrea defensa que armó Martino le impedía a los peninsulares llegar con la claridad que uno podía suponer ante el dominio que ejercía del juego.
Pero a partir de los 20 minutos Paraguay se dio cuenta que debía pararse en el medio, un metro más adelante. Se adelantaron Torres y Cáceres, se abrió Vera para mostrarse un poco más y Riveros buscó mejor los espacios.
El encuentro se hizo entonces más parejo y de ida y vuelta bajo una lluvia cada vez más intensa.
A los 22, Torres remató desviado, a los 23 fue Marchisio el que desperdició una buena chance, a los 28 Gilardino asustó a todo Paraguay y a los 38 llegó la apertura del marcador.
Un tiro libre sobre la izquierda que hace efectivo Aureliano Torres y Alcaraz que pone la cabeza entre Chiellini y Criscito para colocarla lejos del alcance de Buffon.
Paraguay ganaba y a partir de allí comenzó a justificarlo porque Italia sintió el golpe y no volvió a inquietar a Villar hasta la hora de irse al descanso.
En el segundo período los italianos salieron decididos a quemar las naves. Entró Camoranesi por Marchisio para darle más profundidad al ataque y De Rossi se hizo dueño del sector central.
Paraguay se fue abroquelando en el fondo dispuesto a «aguantar» el vendaval de los «azurros», tal vez con la esperanza de «capear» el temporal y ensayar en algún contragolpe la posibilidad de definir el pleito.
Pero la presión de los «tanos» se hizo casi insostenible, parecía que el empate iba a llegar o como producto directo de esa presión o por algún error de los paraguayos.
Y fue lo segundo. Salió mal Villar en un corner, la pelota lo «sobró» y De Rossi la empujó al delirio de la paridad en el marcador.
A partir de allí lo quiso ganar Italia, pese a que Martino mandó a la cancha a Santa Cruz y Cardozo como para inclinar la balanza a su favor.
Pero los hombres de Lippi empujaron con todo lo que tenían obligando a Paraguay a recluirse en su área, apenas si algunas esporádicas corridas de los recién ingresados, aliviaba por momentos el asedio.
Sin embargo una de las virtudes de los paraguayos, su defensa, no volvió a fallar y así llegaron al final aferrándose a un empate que conforma porque dejaron atrás al gran candidato, al último campeón mundial y ahora tienen por delante a dos equipos a priori más débiles que allanan el camino a una clasificación cada vez más cercana, sobre todo si repiten lo que mostraron hoy en algunos pasajes del primer tiempo.
