Fernando Lugo fue destituido esta tarde por el Senado de su cargo de presidente de Paraguay, en una votación que arrojó 39 votos a favor de su salida del cargo y cuatro en contra.
Lugo fue considerado «culpable» de mal desempeño de sus funciones por su «responsabilidad» en la muerte de 17 personas el viernes pasado en el desalojo de una hacienda ocupada por campesinos, y en su lugar asumirá el hasta ahora vicepresidente Federico Franco.
En total 39 de los 43 senadores presentes entendieron que el mandatario es culpable de las acusaciones y quedó automáticamente destituido a las 18, ya que alcanzaron los dos tercios (30 de 45 sin importar las ausencias) que exige la Constitución del país.
Cuatro senadores apoyaron la absolución del mandatario al criticar el expeditivo juicio político como un atentado a la democracia paraguaya.
El actual vicepresidente Federico Franco asumirá la presidencia en una ceremonia que se realizará en la próxima media hora.
En la plaza aledaña al edificio Legislativo los manifestantes recibieron la noticia de la destitución con gritos de «Lugo presidente» y luego abuchearon a los legisladores que procedieron con su destitución.
La capital paraguaya se mantuvo en calma a lo largo de la jornada, pero en la céntrica Plaza de Armas la expectativa fue en aumento a medida que se acercaba el fallo.