La Confederación Argentina del Transporte Automotor de Cargas (Catac) y la Federación de Transportadores Argentinos (Fetra) iniciarán hoy un paro por tiempo indeterminado para exigir una tarifa anual única obligatoria para el transporte de cereales.
La medida de fuerza interrumpirá la actividad de 180 mil camiones y dejará 30 millones de toneladas, entre soja y maíz, sin ingreso a los puertos. También habrá rutas cortadas por manifestaciones, según alertaron los sindicatos.
El presidente de Catac, Ramón Jatip, advirtió en declaraciones a la prensa que “no va a haber ningún camión que pueda entrar a los puertos”.
La huelga comienza hoy y, según advirtieron los gremios, se va a mantener por tiempo indeterminado.
Mediante un comunicado, Catac indicó que el reclamo se vincula con un incremento en la tarifa nacional para los fletes de granos, mientras argumentó que las entidades del agro “no reconocen ningún tipo de aumento”, ya que “se niegan a la negociación”.
En ese sentido, subrayó los efectos de “la devaluación del 60 por ciento de diciembre que se reflejó en todos los insumos” y “el aumento mayor al 30 por ciento en el combustible”.
Señaló, además, “el incremento del 30 por ciento en las gomas” y la suba “del 400 por ciento en los peajes”.
Puja con cerealeras
La entidad que representa a empresarios camioneros de todo el país protesta principalmente contra las terminales cerealeras controladas por las grandes exportadoras, a las que acusan de ejercer su altísimo poder de lobby para no destrabar el conflicto.
El objetivo de los dueños de los camiones es que las agroexportadoras, uno de los sectores más rentables y dinámicos de la economía argentina, acepten actualizar las tarifas de los fletes que transportan los granos desde los campos hasta los puertos.
Jatip indicó que hubo reuniones con la contraparte para evitar una escalada en el conflicto, pero no se pudo llegar a un acuerdo porque las grandes empresas exportadoras dicen que no pueden pagar un aumento.
“No hubo acuerdo por la intransigencia de los grandes empresarios del campo que se niegan a reconocer que es más que necesaria una actualización de tarifas”, se quejó Jatip tras anunciar las medidas de fuerza.
El empresario transportista precisó que en el primer semestre de 2016 el precio del gasoil –insumo elemental del sector– aumentó un 31 por ciento, los peajes subieron un 400 por ciento y las cubiertas, un 20 por ciento.
“Todo eso tiene que ser reflejado en una nueva tarifa, porque sino no los transportistas no podrán cubrir ni los costos de operación”, dijo el empresario y advirtió que podrían comenzar a peligrar los puestos de trabajo.
“Junto a otras entidades del transporte de carga, vamos a un paro nacional focalizado en el campo, por eso vamos a bloquear los puertos de Buenos Aires y Santa Fe”, dijo el empresario
Y aclaró que “si no hay solución en el horizonte las medidas de fuerza se extenderán al resto de las actividades económicas”.
Gran Rosario, la gran vidriera del reclamo
“El paro tendrá impacto nacional porque estaremos manifestando en las nueve provincias cerealeras. Nosotros no bloqueamos rutas ni puertos. Sí vamos a estar en las rutas con nuestros camiones, haciendo asambleas, y en los ingresos de todos los puertos del país, desde Bahía Blanca hasta Timbúes. Por otra parte existe una determinación de no cargar ningún camión”, sostuvo anoche Pablo Agolanti, vicepresidente de la Federación de Transportistas Argentinos (Fetra), en diálogo con El Ciudadano.
Con este panorama, es de esperar que desde hoy y por tiempo indeterminado, el Gran Rosario, que es el polo agroexportador más concentrado del mundo, viva dificultades.
El dirigente empresario apuntó contra la mesa de enlace y Federación Agraria: “Las entidades del agro no asumen que nuestros costos se dispararon en lo que va del año a niveles que nos llevan a trabajar a pérdida. Sólo los peajes aumentaron 400%. Más los incrementos en cubiertas, lubricantes, seguros, combustible, entre otros. Nos pasó una aplanadora por encima”.
Recordó que hubo conversaciones durante un mes y medio y no se llegó a ningún acuerdo. Ahora los transportistas esperan que el gobierno nacional (más de 75% de las cargas son interjurisdiccionales) use su “poder de laudo” para destrabar el conflicto, por más que éste refiere a la falta de acuerdo entre privados sobre las tarifas a cobrar por el flete de los granos.
Cuando este diario le preguntó si la medida incluía el bloqueo de ingresos a puertos, el dirigente rosarino aclaró: “Nosotros nunca vamos a cortar rutas impidiendo que los ciudadanos puedan circular. En eso nos diferenciamos de la mesa de enlace y los productores, que cuando tuvieron que reclamar bloquearon todas las rutas y nos impedían transitar”.