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Paraná fuera de control: río revuelto de convivencia complicada entre lanchas y embarcaciones a remo

Reciente posteo de fotos pone de nuevo sobre el tapete la navegación irresponsable frente a Rosario. Larga lista de siniestros, varios fatales. Pocos alcanzan estado público. Los constructores de kayaks y piraguas que reciben los botes embestidos para reparar saben que hay muchos más

El aumento del parque náutico de Rosario tensiona la navegación en el río Paraná y pone en riesgo, como demuestran los siniestros, algunos fatales, que tienen por víctimas a quienes transitan las aguas en embarcaciones a remo: las lanchas pasan a su lado sin respetar los códigos del agua, a toda velocidad, y así abonan el peligro de una caída el agua en el mejor de los casos, y lesiones en los episodios más graves. En redes sociales, volvieron a publicarse imágenes de timoneles sin conciencia y, en muchas ocasiones, poco conocimiento de las reglas náuticas.

No es sólo descortesía. Se trata de comportamientos potencialmente letales. Un caso reciente: Leandro Javier D’Ortenzio había comprado a principios de diciembre último un kayak usado que reparó para volver a navegar el Paraná como lo hacía antes con embarcaciones prestadas por amigos. El domingo 20 salió desde la costa rosarina y una lancha lo embistió. Le partió el bote y le produjo una herida cortante de 25 centímetros de largo en una pierna, por la que estuvo internado varios días. Pasó las fiestas en un sanatorio. El responsable de su estado las disfrutó.

Ese incidente fue frente a la guardería M&M, que tiene ingreso por avenida Colombres, en el norte de Rosario. Es sólo reciente capítulo de una larga serie que, incluso, reconoce casos fatales.

Se publican algunos siniestros, pero la mayoría no alcanza estado público. De ello atestiguan los constructores de kayaks y piraguas, que atienden a los clientes embestidos por lanchas a motor para las reparaciones de los cascos.

Esta semana, en la página Fotógrafos Rosarinos en Facebook, Stella Maris publicó fotos que retratan la navegación imprudente de embarcaciones a motor, muchas con equipos de gran potencia y cascos imponentes pero timoneles sin destreza ni respeto por otros navegantes. «Total desprecio por el otro …», tituló el posteo la mujer.

 

Una lista larga y medidas de control cortas

Río sin control: kayakista atropellado el domingo 20 por una lancha en el Paraná sigue internado

La imprudencia de numerosos timoneles de embarcaciones a motor en el río Paraná frente a la ribera rosarina suma siniestros sin que haya reacción o medidas de control en el contexto de un parque náutico con crecimiento explosivo.

El sábado 14 de diciembre pasado, un hombre que manejaba una moto de agua cerca del parador Puerto Pirata, frente a Granadero Baigorria, perdió el control del vehículo y subió a la playa embistiendo a una pareja que tomaba sol en la arena.

La mujer sufrió fractura expuesta en una de sus piernas y tuvo de ser trasladada a un sanatorio de Rosario. Su acompañante tuvo mejor suerte, con golpes que no obligaron a asistirlo. Fue alrededor de las 16.40 en la costa oeste de la llamada Isla de los Mástiles, de jurisdicción santafesina, a la altura del kilómetro 434.

El martes 3 de marzo último, antes de que se iniciaran las restricciones por la pandemia de coronavirus, un taxi náutico embistió al kayak de Silvia, que resultó con varias heridas. El timonel de la embarcación a motor tenía la licencia vencida en 2012.

El colectivo Amigos de la Isla recordó entonces el creciente número de estos incidentes y reclamó el refuerzo de los controles por parte de los responsables primarios, como Prefectura Naval, y de los clubes y guarderías desde los que parten las lanchas.

Pese a las promesas, el control en el agua brilla por su ausencia y los siniestros se suceden.

Los anteriores más recientes

Isla Verde: una kayakista sufrió heridas por el choque de una lancha en el Paraná

8 de noviembre de 2019: Agustina López (kayakista) fue embestida por una una lancha en el Paso Destilería (frente a granadero baigorria, que bordea al este la Isla de los Mástiles).

1 de diciembre de 2019: Tres personas resultaron heridas cerca de Costa Alta al producirse un choque entre una moto de agua (que se dio a la fuga) y una lancha de pasajeros que no tenía luces ni salvavidas (según la denuncia efectuada en Prefectura por uno de los damnificados).

4 de enero de 2020: Cerca de las 10.15, Gustavo Coronel, un remero del Club Remeros Alberdi de 58 años, fue embestido por una lancha taxi frente a la Rambla Catalunya. Sufrió una herida cortante en el brazo derecho y fue derivado al Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, ya que tenía comprometido un tendón.

16 de febrero de 2020. El conocido kayakista Pepe Suárez y Gabriela Irene fueron embestidos por la lancha Chayenne en la punta norte de la Isla de los Mástiles. La embarcación les pasó por arriba, y no sufrieron heridas de consideración pese a que su kayak quedó partido al medio.

2 de marzo de 2020. Silvia Perals fue atropellada por el taxi lancha El Chacal cerca de Puerto de Palos. El conductor de la embarcación tenía la licencia vencida desde 2012, según la denuncia efectuada por la damnificada).

Siniestros fatales por imprudencia en el río

Después de otro siniestro con una kayakista, piden más control en el río Paraná

El 14 de noviembre de 2012, el periodista Marcelo Abram nadaba cerca de las 14.30 al norte del balneario Rambla Catalunya cuando lo embistió una embarcación. Debido a la gravedad de las heridas, el Turco, como todos lo conocían, fue trasladado al policlínico Eva Perón de Granadero Baigorria, donde falleció pasadas las 17 del mismo día.

El 9 de octubre de 2015, Ángel “Bin” Santos falleció por las secuelas que le ocasionó un accidente que había sufrido con su kayak casi dos años antes, cuando fue atropellado por una lancha que pasó a gran velocidad provocándole graves heridas en sus piernas y luego fugándose sin prestar ayuda.

 

 

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