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Paraná Metal: aseguran que “el acuerdo es precario”

Fabián de Souza, gerente de MyS, apuntó contra la UOM de Villa como escollo para reactivar la planta.

Desde la empresa MyS, al frente de la autopartista Paraná Metal desde principios de 2009, pusieron ayer algunos reparos en torno al acuerdo que se firmó el lunes pasado en el Ministerio de Trabajo de la Nación y que permitió descomprimir el conflicto laboral después de dos meses de inactividad en la fábrica de Villa Constitución. “El acuerdo es precario y de la efectividad del mismo dependen tres condiciones: la aprobación de la jueza del concurso, el recupero de los clientes y la aceptación de los accionistas. Por eso estamos acá para ver cuáles son las condiciones financieras para poner en marcha la producción”, advirtió ayer Fabián de Souza, presidente del grupo inversor, dando paso a la posibilidad de que todo vuelva a foja cero.

Los trabajadores de Paraná Metal levantaron el corte en la autopista Rosario-Buenos Aires tras rubricar el lunes un convenio con MyS. En el mismo quedó establecido que la reactivación de la fábrica será con un plantel de 300 operarios cobrando el salario de convenio, seleccionados por la compañía. Los restantes 600 ingresarán en un esquema de suspensiones rotativas por seis meses, percibiendo poco más de la mitad del sueldo, con fondos del Estado nacional. En ese proceso los ministerios de Trabajo de la provincia y de la Nación capacitarán a los obreros suspendidos y promoverán un proceso de reinserción en otras actividades. Además, la empresa abrirá un plan de retiros voluntarios y pagará indemnizaciones.

“Queremos saber si todos los que formamos parte de este tren estamos dispuestos a asegurar la producción y el trabajo. Si el accionar va en esa línea nosotros vamos a avalar el acuerdo que se firmó entre las patas que forman la mesa de esta empresa, con una parte muy importante como la gremial y por supuesto de los clientes”, indicó De Souza en una conferencia de prensa brindada ayer en la misma planta industrial ubicada sobre la ruta 21, a unos 50 kilómetros de Rosario.

“Le pedimos a la gerencia de la compañía que arme una reunión en el transcurso de la semana que viene con los representantes gremiales. Hay que ponerse a producir pero en condiciones de eficiencia y de sustentabilidad”, dijo el presidente de la empresa. Sobre el cumplimiento de esas condiciones para la reapertura, resumió: “Es preferible ponerse colorado una vez y decir realmente que de los 900 empleados va haber trabajo para 300 porque la empresa en estas condiciones no da para más, y no ponerse colorado todos los días porque no le podemos cumplir a nadie”.

La empresa anunció el 4 de agosto pasado que no tenía plan de negocios para presentar en el marco del concurso de acreedores y paralizó la planta. De Souza planteó como detonante del conflicto “el incumplimiento de la palabra”, según dijo, de parte de la dirigencia gremial de la UOM villense y la comisión interna, al recordar un bloqueo a la producción en mayo de este año por parte de los trabajadores en demanda de suba salarial, que, según la empresa, terminó frustrando la relación comercial con Ford Brasil, el principal cliente de Paraná Metal. Los sindicalistas metalúrgicos, por su lado, rechazan el argumento de la patronal.

“La planta tiene una desinversión muy importante en los últimos 25 años y eso hace muy difícil competir en esta industria con un mercado global, por eso si no se optimiza el proceso tecnológico es una muerte a plazo”, alertó De Souza. Según el empresario, la firma MyS lleva invertido en la planta 42 millones de pesos, y necesita otros 20 para su puesta a punto.  

“La fecha de inicio de la producción está establecida en 15 días desde la firma del convenio. Una de las espadas de Damocles es resolver la cuestión del concurso de acreedores, donde haremos una oferta, porque si no puede pasar que la jueza dicte en cualquier momento la quiebra y todo lo que se hizo sería en vano”, consideró el presidente de Paraná Metal.

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