La Justicia marplatense pidió elevar a juicio una causa que tiene como imputada a una pareja por el delito de trata de personas con la finalidad de someter a la víctima a una unión de hecho y matrimonio servil, bajo la modalidad de captación y acogimiento.
La imputación se agrava por el abuso de la situación de vulnerabilidad de la víctima, una adolescente de 14 años que no sabe leer ni escribir e indocumentada. La menor fue llevada bajo engaño desde La Plata a Mar del Plata por encargo de la pareja, quienes pagaron el pasaje de la niña, y la obligaron a casarse. La menor tenía que hacer todas las tareas domésticas de la vivienda donde llegó a convivir con 10 personas. Luego debía ir al al centro a vender pañuelos descartables o pedir limosna.
La víctima también fue obligada, al menos en una oportunidad, a mantener relaciones sexuales con el joven con el que se casó bajo costumbres gitanas porque los imputados “querían un nieto”, y era agredida de manera constante, con insultos y golpes.
Tras escucharse en el juzgado, por intermedio de la cámara Gesell, el testimonio de la víctima y realizarse otras medidas de prueba, entre ellas allanamientos y tareas de investigación, se ordenó la detención del matrimonio.
Para la fiscal, “la nutrida prueba recabada acredita la esclavitud doméstica y unión de hecho forzada a la que fue sometida, siendo víctima de maltrato psicológico, verbal y también físico, reduciéndola a un estado de «cosa»”, publicó el sitio fiscales.gob.ar.
De acuerdo a la investigación, los principales imputados controlaban a la niña en sus decisiones y movimientos, a través de distintos mecanismos como la administración del dinero y las nulas comunicaciones que podía tener al no contar con teléfono ni redes sociales. Además sobre ella tenían un control de su salud y la educación, la que tuvo que abandonar para convertirse en ama de casa y esposa a los 14 años; y sobre todas las cuestiones relativas al destino de su vida y su rol en la sociedad.
El matrimonio fue detenido en marzo de este año en Comodoro Rivadavia, donde había viajado para burlar el accionar de la Justicia. La búsqueda incluyó múltiples intervenciones telefónicas y tareas de campo en distintos sitios del interior del país.