Karen Trejo, de 23 años, y Martín Cardozo, de 28, fueron condenados este miércoles a prisión perpetua por el crimen de Horacio Colberg, un remisero de 52 años asesinado el 20 de mayo de 2016 en medio de un asalto en la vecina localidad de Villa Gobernador Gálvez. El tribunal a cargo del juicio oral que comenzó el 29 de octubre pasado estuvo integrado por los jueces de primera instancia Isabel Mas Varela, Rodolfo Zvala y Pablo Lanzón.
En los alegatos, el fiscal Florentino Malaponte acusó a Cardozo, con antecedentes por abuso de armas, y a Trejo de homicidio criminis causa –asesinato cometido para ocultar otro delito–, robo calificado por uso de arma de fuego, portación ilegal de arma de fuego de uso civil, tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil, todos ellos en concurso real entre sí y en calidad de coautores. El funcionario solicitó la pena de prisión perpetua.
Malaponte describió que en base a la investigación la pareja pidió un remís “con un plan criminal”. Ese 20 de mayo de 2016 pasada la una, la muchacha llamó y bajo el nombre de Romina solicitó un coche para el domicilio de su pareja, ubicado en Ayacucho 6173 de Rosario. El destino que le pasaron al remisero Horacio Colberg fue José Ingenieros y San Luis, en Villa Gobernador Gálvez. Una vez que llegaron a esa dirección, la pareja abordó a Horacio con fines de robo, en ese momento le dispararon en la cabeza y lo tiraron desde el auto, llevándose el vehículo, un Chevrolet Corsa de color gris y un celular, entre otras pertenencias.
Ese viernes, a la 1.21, la central del 911 recibió un llamado en el que una vecina de San Luis y José Ingenieros dijo que en la puerta de su casa había un hombre tirado. La mujer contó que no se animaba a salir porque había escuchado un disparo y le pareció escuchar un auto. Esa misma noche personal de Fiscalía fue hasta la dirección donde supuestamente tomaron el servicio y se encontraron con que era inexistente.
Malaponte ratificó que Colberg fue hallado gravemente herido en el lugar donde debía dejar al viaje. La víctima agonizó 48 horas hasta el domingo 22 de mayo de 2016, cuando los médicos del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) anunciaron que había fallecido.
Uno de los hijos de la víctima contó que durante una de las protestas para pedir más seguridad otros remiseros le dijeron que no era la primera vez que pedían un coche desde esa dirección (Ayacucho 6173) pero que salían del 6175 y los robaban. Otro de los hijos también explicó que dos personas de Villa Gobernador Gálvez le habían contado que vieron a su padre aquella noche “con Karen en el asiento delantero y Martincito (sic) en el trasero”.
Con estos datos, la Fiscalía solicitó al día siguiente del ataque un allanamiento en Ayacucho 6175 y luego, cuando ubicaron el inmueble de los sospechosos, requirieron una nueva orden. En ese momento ingresaba Trejo con un bolso en el que llevaba 33 cartuchos calibre 22. En el lugar se encontró un arma calibre 22 largo con 6 cartuchos intactos, 18 cartuchos, un cargador de 9 milímetros con 28 municiones, entre ellas, 13 con punta de teflón. Adentro, atraparon a Cardozo y hallaron otro cargador lleno, una gorra policial, una escopeta, dos frentes de estéreo y tres celulares, uno de ellos un LG negro con la pantalla partida como el que el hijo de la víctima describió.
El auto del remisero se encontró durante el procedimiento a media cuadra de donde se había pedido el remís, en Ayacucho al 6100, esquina con Pelicán. Fuentes oficiales indicaron que se cree que alguien lo dejó ahí “antes o mientras se realizaba el allanamiento en el lugar”.
El juicio a la pareja duró 16 días hasta este miércoles, cuando el tribunal dio a conocer la sentencia a prisión perpetua. A Cardozo lo condenaron por los delitos de homicidio criminis causa, robo calificado por uso de arma de fuego en carácter de coautor al igual que a Trejo. Al muchacho se le sumó una tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil hallada al momento de su detención en Ayacucho al 6100.
La otra víctima
Apenas ocurrió el ataque, familiares, amigos y colegas de Horacio cortaron el tránsito en el puente sobre el arroyo Saladillo, para llevar adelante una protesta para pedir más seguridad. Fue en esa jornada que un hombre a bordo de una camioneta embistió a Franco Monzón, de 19 años. El chico agonizó en el Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria y murió el mismo día que Horacio. Franco era amigo de un hijo de la víctima y hacía changas lavando autos.
A la semana siguiente, uniformados apresaron al conductor que mató a Franco y secuestraron la camioneta en la vecina localidad de General Lagos. Lo identificaron como Saúl S., de 62 años, quien quedó acusado de homicidio culposo.