Desde la Unión Industrial Argentina (UIA) advirtieron ayer que los reclamos de los gremios en paritarias provocarán aumentos en los precios mientras que la CGT más próxima al gobierno retrucó que los sindicatos pretenden recuperar el poder adquisitivo perdido por la inflación.
Ambas entidades se metieron así en la polémica desatada entre el supuesto techo que quiere imponer el gobierno y los aumentos superiores al 30 por ciento, que los gremios piden en paritarias.
La UIA –esta semana uno de sus vicepresidentes, Juan Carlos Sacco, pidió al gobierno aumentos salariales por decreto– salió a advertir a través de su titular, Héctor Méndez, que los salarios “no tienen atraso” frente a la inflación.
En tanto, Méndez se diferenció de Sacco y rechazó la posibilidad de aplicar un aumento salarial por decreto, por entender que eso “descalifica el rol de la paritaria”.
Por su lado, el secretario general de la CGT oficialista y de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Caló, sostuvo que los sueldos están “muy bajos” y retrasados respecto del costo de vida.
Caló reiteró que su gremio no avalará ninguna clase de techo: “Mi techo es el reclamo de los trabajadores metalúrgicos”, dijo y ratificó que si no se logra acordar en paritaria el aumento del 32 por ciento los metalúrgicos harán el paro de 36 horas.
Méndez retrucó que la Argentina sufre problemas de competitividad y dijo que Brasil y México lograron vender más de 2 millones de autos “porque los sueldos son mucho más bajos”.
El empresario agregó que es una “lotería” lo que puede pasar en el futuro, y advirtió sobre la evolución de los precios al admitir que los reclamos en paritarias se trasladarían a los precios.
“No sabemos qué va a pasar con la inflación. Siempre ha habido acuerdos posteriores, pero si uno lo hace a priori, lo que genera es más inflación, y es algo que nos preocupa y que además es lo que más daño les hace a los trabajadores”, dijo el jefe de la UIA.
Méndez aclaró que los trabajadores argentinos “tienen que ganar menos” que los de otros países y que la paritaria de la UOM “tiene que tener un final feliz porque no hay otra salida”.
Caló advirtió que la UOM “lamentablemente “tiene un salario muy bajo”. Venimos del 2001, recompusimos la industria, primero cuidamos que haya puestos de trabajo, pero ahora nos quedamos muy bajo”, interpretó.
El sindicalista aclaró: “Nadie del gobierno me puso un techo, el techo me lo ponen los trabajadores” y dijo que el 32 por ciento de aumento que reclama el gremio “asusta”; pero advirtió: “Cuando vamos a lo que se lleva el compañero al bolsillo, estamos hablando de un tornero especializado por ejemplo, que hay muy pocos, cuando llega a su casa se lleva 10.500 pesos”.
En el mismo sentido, consideró que “algunos medios quieren que las paritarias fracasen” y destacó que en caso de que exista alguna medida de fuerza se “tomará después de la conciliación obligatoria”.
Días atrás, el ministro de Economía, Axel Kicillof, pidió “responsabilidad” al sector empresario en las discusiones paritarias, al tiempo que enfatizó que existen sectores que ganaron “muchísima plata” durante la última década y que deberían “compartir con los trabajadores” esa renta. También les reclamó a los hombres de negocios que no trasladen a los precios las mejoras salariales por venir.
Paritarias e inflación
Ayer, en lo que respecta a la discusión salarial, Kicillof insistió: “Nadie le pone techo a las paritarias, son libres como fueron siempre: tenemos 1.400 convenios colectivos y esa es una bandera de nuestro gobierno”.
Tras lo cual enfatizó que esas negociaciones sí deben reflejar la baja de la inflación, “de diez puntos con respecto a 2014”.
“Quienes calculaban 40 por ciento el año pasado ahora dicen 30; y los que decían 30 bajaron este año a 20 por ciento”, dijo el ministro al citar las proyecciones elaboradas por el economista del PRO Carlos Melconian y de la diputada Patricia Bullrich, “ahora devenida en consultora de estadísticas”.
Kicillof defendió los cambios en Ganancias
Kicillof ratificó ayer que la rebaja en el impuesto a las Ganancias implicará una mejora de 5% en los haberes de las personas con salarios de entre 15 mil y 25 mil pesos y que la medida representará un costo fiscal de $ 6 mil millones.
Sobre los cálculos de algunos medios, en cuanto a que el pago del impuesto va a ser mayor tras los aumentos recibidos en las paritarias, dijo que se pueden hacer muchas hipótesis sobre el resultado de las negociaciones. “Pueden conseguir subas de 20, 25 o 30%, dependiendo de cada gremio, y lo que va a pagar el trabajador por el impuesto va a ser más, como lo que va a pagar en muchas cosas”, definió. Agregó que es una cuenta “muy complicada”, pero subrayó que si la Afip va a percibir 6 mil millones de pesos menos, entonces lo que no recauda el Estado va a manos de los asalariados contemplados en la medida.
“Es imposible decir que van a pagar más cuando va a ser menos”, remarcó. Kicillof recordó que el impuesto a las Ganancias lo paga sólo 10% de los asalariados y que la rebaja, a través de un nuevo sistema de deducciones, se aplicará a quienes ganaban entre 15 mil y 25 mil pesos en 2013. “Discutieron y quisieron embarrar, pero todos van a pagar menos; un salario de 20 mil en ese año va a pagar 30% menos de impuesto a las Ganancias”, puntualizó. Además, “como la medida es retroactiva para todo 2015, lo que se pagó como adelanto se le va a ir devolviendo (al trabajador) en cinco cuotas sucesivas”.