La batalla por salarios entre sindicatos y empresas se adelantó al verano. Los reclamos de los gremios parten desde el 20% y llegan hasta un 35%. Pero en algo coinciden tanto las dos CGT como las dos CTA: no quieren ni piso ni techo. Lo mismo consideran en el Gobierno. «Hay que defender esa idea. En cada sector se negocia de manera distinta y a eso creo que apunta (Hugo) Moyano», resumió el ministro de Trabajo, Carlos Tomada.
La central obrera de Moyano es, por ahora, el sector más moderado, con reclamos de aumento del 20%. Le siguen la CTA de Hugo Yasky, con el 25% y la de Pablo Micheli, con el 30%. El sector que impulsa las exigencias más elevadas es la CGT Azul y Blanca, que comanda el gastronómico Luis Barrionuevo.
El taxista y secretario general de la CGT, Omar Viviani, sostuvo en declaraciones radiales que los gremios que reclaman sumas del 35% (y en algunos casos superiores) «tendrán sus motivos para plantearlo. Pueden ser económicos o pueden ser políticos también», continuó, al tiempo que advirtió que con ese tipo de pedidos buscan prender la mecha.
En la misma línea se expresó Tomada: «Me llama mucho la atención que se diga que es necesario aumentar salarios a ese nivel. Creo que se trata de expresiones que buscan generar una expectativa que no aporta a la racionalidad de la discusión».
Estimaciones del sector empresario reveladas a partir de una encuesta de la consultora SEL indicaron que allí aguardan reclamos salariales del 26,5 por ciento para 2011.