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Paro de trabajadores de areneras pone en alerta al sector de la construcción

"Para trabajar y operar a bordo de un barco, necesitamos la dotación de explotación. Lo que hicieron las areneras fue quitar la dotación de explotación y trabajan con las mínimas condiciones de seguridad", alertó Mariano Ortiz, secretario adjunto del Somu.

El gremio marítimo Somu sostiene la medida de fuerza dispuesta en la asamblea del pasado miércoles, que contempla un paro con piquetes en el ingreso a las areneras del corredor litoraleño que se extiende desde Baradero hasta Puerto Gaboto. En caso de que continúe el cese de actividades en el sector, se producirá desabastecimiento de arena en el mercado local, que repercutirá en la construcción.

Ayer, en la Arenera Vignaduzzi de Capitán Bermúdez, los trabajadores tuvieron que desalojar la cabecera en donde se estaban manifestando a raíz de una orden judicial que requirió la presencia de efectivos policiales de la Unidad Regional XVII. «La medida de fuerza continúa. Esa orden judicial no quita que nos vayamos trasladando a otras cabeceras de la seccional Rosario. El paro va a seguir hasta tanto la cámara no tome las medidas respecto a la dotación de explotación que necesitamos para trabajar en los barcos», reclamó Mariano Ortiz, secretario adjunto del Somu.

Según el sindicalista, la mesa de negociación con la Cámara no prospera desde hace seis meses. «Seguimos dispuestos al diálogo con la intermediación del Ministerio de Trabajo. Acá hay una realidad, la dotación de seguridad habilita al barco a navegar sin ningún tipo de problemas. Pero para trabajar y operar a bordo de un barco, necesitamos la dotación de explotación. Lo que hicieron las areneras fue quitar la dotación de explotación y trabajan con las mínimas condiciones de seguridad. Entonces el capitán tiene que salir de su puesto de trabajo para ayudar al marinero a realizar determinada maniobra. Lo que implica un riesgo tanto para el personal a bordo como para la navegación en sí», advirtió Ortiz.

Dos semanas atrás se produjo la desaparición de un mecánico de una empresa contratista que se precipitó a las aguas del Paraná mientras trabajaba en la reparación de un barco amarrado a una arenera de Granadero Baigorria. «Hay empresas tercerizadas contratadas por las compañías areneras que hacen mecánica a bordo. Los muelles están en pésimas condiciones. Y tampoco hay medidas de seguridad. Si en ese barco hubiese habido un marinero de guardia, hubiera dado aviso enseguida del accidente. Hoy los barcos amarran y quedan vacíos, sin personal a bordo», lamentó Ortiz.

Por su parte, el secretario nacional del Interior del Somu, David Villalba agregó que «todos los barcos del sector arenero están saliendo con la dotación mínima de seguridad reglamentado por Prefectura y con esa dotación mínima hacen todo el laburo: pinchar, cargar, cocinar y explotar arena».

«No podemos permitir la explotación de los trabajadores -prosiguió-, los barcos tienen que tener un marinero mínimo para salir a hacer ese trabajo, es cuestión de seguridad».

Desde el Somu recordaron que se produjeron seis audiencias donde la Cámara «se negó a darnos el lugar a los tripulantes porque alegan que ellos tienen la facultad de determinar cuántos son los marineros que pueden salir a explotar», planteó el secretario general de Somu Rosario, Pablo Ghietti.

Raúl Durdos, secretario general a nivel nacional del gremio, dijo que los trabajadores «hacen dos o tres trabajos distintos y se pone en riesgo la tripulación, la carga, el buque y la navegabilidad en el canal».

«No venimos por aumentos salariales sino por seguridad a los trabajadores y para la navegación. La falta de un hombre es peligrosa tanto para el barco como para los demás barcos que están navegando y para los puertos», sentenció Durdos.

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