La construcción del Parque Náutico Recreativo Ludueña se acerca a su etapa final. Sin embargo, para avanzar, el objetivo inmediato es lograr la mudanza de los pescadores ubicados sobre la margen del arroyo para concluir así el paseo peatonal que comunicará las avenidas Arturo Frondizi y Nansen y sumará, según detallaron, alrededor de 400 metros de espacio público. Los trabajos restantes contemplan, además del toque estético final y la incorporación de mobiliario urbano, la pavimentación de unos 50 metros de terreno, obstruido por los puestos de dos pescadores. Respecto de esto último, oportunamente se firmó un acuerdo para su traslado, pero uno de ellos ahora no se quiere ir porque entiende que sufrirá un perjuicio económico. Para destrabar esta situación hoy habrá un encuentro en el Concejo Municipal.
Legisladores locales, autoridades municipales y pescadores de las cercanías del parque Alem mantuvieron el pasado miércoles un encuentro en el Palacio Vasallo para llegar a un entendimiento que posibilite concluir las obras del proyecto de inversión privada, que incorpora 700 camas para lanchas y dos caletas para 140 barcos. Como contraprestación, la firma debe destinar una porción de suelo para el espacio público: dos plazoletas y un paseo peatonal de unos 400 metros que bordea el Ludueña.
Previo a la firma de la concesión, en 2010, la Municipalidad y los pescadores afincados en ese lugar firmaron un acuerdo por el cual se los incluía dentro del proyecto con la construcción de un establecimiento de 120 metros cuadrados (divididos en dos espacios de iguales dimensiones) totalmente equipado de infraestructura y servicios para que los trabajadores siguieran adelante con su actividad, a pocos metros del lugar donde están hoy.
“Lo construido (con relación a estos locales) es lo convenido. Si bien entendemos que en ese momento no se contemplaron algunas cuestiones menores necesarias para la habilitación, como toldos, cortinas metálicas y aire acondicionado, entre otras relacionadas con la salubridad, lo que les ofrecemos es ampliamente superior a lo que tienen actualmente”, explicó a este diario el secretario de Planeamiento de la Municipalidad de Rosario, Pablo Barese.
En igual sintonía, Rubén Oscar Castro, uno de los dos pescadores en cuestión, reconoció que el traslado ofrecido representará una notable mejoría en lo que refiere a las condiciones laborales. Es más, afirmó que si la decisión fuera exclusivamente suya, se mudaría en lo inmediato. “Éste es un lugar espectacular, nada que ver con la mugre que tenemos acá. Si la decisión pasara por mí, yo me mudaría hoy mismo y ya mañana empiezo a trabajar ahí”, aseguró el trabajador de 72 años de edad y 40 de pescador.
No obstante, Osvaldo Lovato, titular de la Cooperativa de Trabajadores Pescadores Siglo XX, sostuvo que la Municipalidad está incumpliendo con una de las cláusulas, que respeta el espacio que cada trabajador ocupaba al momento de la firma del convenio. “Yo hoy ocupo 120 metros cuadrados y mi vecino, 20. Es injusto que nos den a los dos la misma cantidad de espacio, eso no es lo que se firmó. Claro, para él es un negocio fenomenal”, expresó en referencia a Castro.
Si bien Barese aseguró que “la Municipalidad hará todo lo necesario para que los negocios funcionen de acuerdo a las normas de habilitación”, Lovato mantiene reparos respecto de esta promesa ya que dice haber tenido malas experiencias en el pasado.
“Cuando trabajaba en La Florida me dijeron que me iban a ayudar a fortalecer la actividad si me mudaba para acá y nunca hicieron nada. Entonces, ¿qué seguridad tengo de que ahora me van a dejar habilitado en este lugar?”, planteó en referencia al espacio que ocupa desde hace 35 años.
La comisión de Derechos Humanos, presidida por la concejala María Eugenia Schmuck, recibirá nuevamente hoy a los actores en cuestión para intentar destrabar el conflicto y concluir lo antes posible las obras para la habilitación de ese espacio público.
Los primeros pasos, en 2011
El Parque Náutico Recreativo Ludueña dio sus primeros pasos a fines de 2011, cuando se le adjudicó a la empresa Obring SA la concesión por 25 años de la franja de terreno entre Nansen y el arroyo Ludueña, hasta ese entonces en total situación de abandono.
Ese predio tiene 50 mil metros cuadrados y 700 metros de costa. Tras la adjudicación de la licitación, el proyecto se vio demorado varios meses por algunos detalles que debieron ser modificados y luego sometidos nuevamente al tratamiento de la legislatura local y organismos gubernamentales.
Los primeros trabajos encarados comprendieron la construcción del predio destinado a los pescadores y una estructura de pilotes que sostiene el paseo peatonal, realizado casi a la par de las guarderías que comenzaron a funcionar en diciembre de 2013. El sendero comunica las avenidas Avellaneda y Nansen, habilitando un nuevo recorrido desde el Paseo Ribereño hasta el shopping Portal Rosario.
El sector comprendido entre ambas arterias se completa con una plazoleta con juegos para niños en el espacio que ocupan hoy los pescadores y con otra de ejercitación física en el extremo opuesto. Cruzando bulevar Avellaneda se prevé además la construcción una confitería bailable (donde antiguamente funcionaba Shambala), un gimnasio, un estacionamiento, una galería con locales gastronómicos y un salón de fiestas. Desde la administración confirmaron que allí ya comenzaron a hacerse los trabajos de limpieza y nivelación del terreno, aunque las edificaciones se iniciarán cuando se concluya el primer sector. Una vez resuelto el conflicto con uno de los pescadores, Obring SA deberá encarar los trabajos finales, que comprenden la demolición de los precarios comercios y la conclusión del sendero peatonal (restan pavimentar unos 50 metros), además de los retoques estéticos finales de parquizado. De este modo, desde el municipio se vieron entusiasmados con la idea de encontrar una salida rápida y poder habilitar el predio antes de fin de año.