El jugador de Rosario Central Fernando Tobio recibirá el próximo mes el sueldo con un descuento por la sanción que los directivos del club de Arroyito le impusieron después de que se viralizara un video que lo mostró insultando y empujando a una mujer en un bar de Pichincha. Según pudo averiguar este diario, el dinero descontado asciende a 200 mil pesos y lo donarán de manera progresiva a organizaciones que trabajan sobre violencia de género.
Además de la multa, desde la dirigencia del club impulsan capacitaciones para las divisiones inferiores con el fin de prevenir la violencia de género en la institución. A principios de febrero hicieron una actividad inédita en un club de Argentina. Invitaron al Instituto de la Mujer a dar una charla para todo el equipo de primera.
La sanción contra el zaguero del primer equipo de Rosario Central se conoció tiempo después de la viralización del video en el que el jugador de Central empujaba a una mujer y le decía: “Que me chupe bien la pija la cuatro ojos”.
En el comunicado la dirigencia de la institución ubicó al hecho como un caso de violencia de género. Dijeron que el futbolista había asumido la responsabilidad y difundieron un video en el que pedía disculpas.
La sanción que se resolvió aplicar fue una multa económica de alrededor de 200 mil pesos. Desde el mes que viene será destinada a acciones de prevención contra la violencia de género y a las divisiones inferiores para intensificar la formación y educación. El dinero, dijeron desde el club, irá a organizaciones sociales.
El 7 de febrero el club tomó nota y citó a los jugadores de primera a una charla después del entrenamiento matutino. Todo el equipo escuchó a Lilian Diotati, magister en historia y coordinadora del Centro de Documentación, y a la comunicadora Mariana Mich, ambas del Instituto Municipal de la Mujer. Además de los futbolistas del equipo, participaron integrantes del cuerpo técnico, el presidente Raúl Broglia e integrantes de la comisión directiva.
En el episodio protagonizado por Tobio intervienen dos espacios históricamente machistas, donde la mujer aun disputa un lugar de poder: el fútbol y la noche. No es la primera vez que denuncian a un jugador por violencia de género. Tampoco por abusos o agresiones en lugares de esparcimiento nocturno.