Un insólito hecho tuvo lugar a media mañana de ayer en Wilde y Mendoza, cuando un chofer de la línea K abandonó el micro que conducía ante los insistentes pedidos de “moneditas” de dos pasajeros que pensó le iban a robar. Uno de ellos tomó el volante y condujo 200 metros hasta que el coche dejó de avanzar, ya que equivocaron el recorrido.
Según fuentes policiales, cerca de las 9 de ayer un coche de la línea K circulaba por Mendoza y antes de llegar a la rotonda de Wilde, se sintió amenazado por dos pasajeros que habían subido en Pasco y Necochea y le pedían “moneditas”. Como pensó que le iban a robar porque uno de los hombres tenía una campera envuelta en la mano, como escondiendo un arma, no dudó en bajarse del colectivo y pedir ayuda.
Pero los pasajeros decidieron seguir el viaje, por lo que uno de ellos tomó el volante. Sin embargo sólo pudo recorrer 200 metros ya que en vez de doblar por la rotonda y retomar por calle Mendoza, se desvió por calle Wilde que no cuenta con el cableado que brinda electricidad al trole.
Tras el fallido paseo, personal del Comando Radioeléctrico detuvo a Cristian M., de 37, y Milton N., de 23, quienes fueron trasladados a las subcomisaría 22ª.