El Tribunal, integrado por los magistrados Hernán Donnola, Pablo Pinto y Juan Andrés Donnola, firmó un acuerdo abreviado que condena a un joven de 20 años a 16 años de prisión por el crimen del comerciante Sebastián Mestre y de la tentativa de homicidio de su padre Juan cuando ingresó a robar a la distribuidora Pop de pasaje Miranda al 3300, en mayo de 2016.
El asalto seguido de homicidio ocurrió el sábado 21 de mayo de 2016 cuando un solitario ladrón llegó a bordo de un Ford Focus e irrumpió en la distribuidora de golosinas y snacks Pop ubicada en pasaje Miranda al 3300. En un primer momento se dijo que habían sido tres los asaltantes y se puso en duda la versión del robo ya que dejaron 55 mil pesos que estaban en la oficina del local. Quince minutos antes de las 13, la hija de Juan Carlos llegó a la distribuidora y observó a su padre y hermano maniatados de pies y manos. Ambos habían sido baleados. A Sebastián, de 35 años, el disparo impactó en su cráneo y lo llevó a la muerte casi en el acto. Juan Carlos tenía un balazo en el abdomen y alcanzó a contar a los investigadores que el asaltante se había disparado en la pierna.
Al recuperarse, el padre de Sebastián declaró ante el fiscal Florentino Malaponte y contó cómo sucedió el robo. El hombre dijo que un solitario asaltante traspasó la reja, lo amenazó con un arma a él y su hijo, y les ordenó que se ataran con precintos. Sebastián estaba maniatado pero igual se tiró sobre el ladrón. En medio del forcejeo, el intruso le pegó un tiro en la cabeza y disparó contra Juan Carlos, quien no había terminado de maniatarse, indicaron las fuentes relacionadas al caso. Además, la víctima aclaró que nunca manipuló un arma sino que al asaltante se le trabó la pistola 9 milímetros y se le escapó un tiro que impactó en su pierna.
Ese día, los uniformados del destacamento del Hospital Roque Sáenz Peña informaron que alrededor de las 14 un joven de 19 años había ingresado a la guardia herido de arma de fuego en una de sus piernas. El muchacho contó en dicha oportunidad que le habían disparado cuando se resistió al robo de su moto. Sin embargo, como tenía similitudes con uno de los asaltantes, el personal policial lo demoró. En esa semana, el muchacho tuvo dos reconocimientos. En una rueda, tres vecinos y la hija de Juan Carlos, quienes vieron salir del galpón a un hombre rengueando y subirse al Fox, no lo reconocieron. Fue así que la Fiscalía no lo imputó hasta la segunda identificación que vino de parte del padre Sebastián, quien lo reconoció por mosaico fotográfico; fue ahí donde lo señaló y dijo que lo reconocía en un 70 por ciento.
Fue en ese marco, que Diego Ciccone de 21 años fue imputado en el Hospital Provincial hasta que se recuperó y quedó detenido en un penal.
A más de dos años del crimen de Sebastián y el balazo a su padre, este jueves el tribunal de primera instancia firmaron el procedimiento abreviado presentado por la Fiscalía, representada por Florentino Malaponte, y aceptado por la abogada defensora Susana Zulkarneinuff donde condenan a Diego Ciccone a la pena de 16 años de prisión efectiva por los delitos de homicidio en ocasión de robo agravado por el uso de arma de fuego,´homicidio agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa y portación ilegítima de arma de fuego de guerra.