Un joven de 21 años, identificado como Maximiliano Gómez, recibió un disparo en el pecho durante la madrugada de ayer, cuando estaba en la puerta de un quiosco ubicado en el barrio Bella Vista. La víctima logró caminar unos metros y solicitó ayuda a una vecina, quien pidió una ambulancia. Pero la asistencia tardó en arribar porque primero esperaron la llegada de un móvil policial para poder entrar al barrio, indicaron vecinos de la zona. Finalmente, cuando el vehículo llegó, el muchacho había fallecido. Cerca del mediodía, los habitantes de la zona –entre los que se encontraban amigos y familiares del muchacho– se agolparon en la casa de un hombre al que acusaban de ser el autor del hecho. La multitud llegó hasta la vivienda del supuesto agresor y comenzó a apedrear la propiedad, en cuyo interior estaba la familia del buscado, que debió ser retirada porla Policíamientras los vecinos amenazaban con quemar la casa. Cuando salieron de la vivienda custodiados por policías, la gente tiró piedras contra algunos móviles, hecho que derivó en disparos de bala de goma, corridas y demorados.
Maximiliano Gómez tenía 21 años y hacía dos años que estaba en pareja con una adolescente con la que tenía una hija. Cerca de las cuatro de anteayer, la víctima se encontraba sola sentada en la puerta de un quiosco –que estaba cerrado– ubicado en Servando Bayo y pasaje Simón Wiesenthal. En esa circunstancia y según el relato de algunos vecinos, un hombre apodado Paraguayo que vive frente al comercio y que sería pariente del quiosquero salió y baleó al joven sin motivo aparente.
Los vecinos tildaron al supuesto agresor como un hombre conflictivo que “tiene problemas con la bebida y con todos”. El rumor de quién fue el autor del crimen corrió por el barrio durante la mañana de ayer y cerca del mediodía un abultado grupo de personas se reunió en la puerta de la vivienda del Paraguayo y comenzó a apedrear la propiedad.
Según refirieron fuentes de la pesquisa, mientras se desarrollaban tareas investigativas y diligencias relacionadas con el crimen de Gómez,la Policíarecibió vía telefónica la información de que en Servando Bayo al 2100 estaban incendiando una moto y dañando una vivienda. Cuando el personal llegó al lugar, algunos manifestantes sindicaron al dueño de casa como el autor de los disparos que terminaron con la vida de Gómez.
En esas circunstancias, el sospechoso, del cual no trascendió la identidad aunque se conoció que se trata de un hombre de aproximadamente 30 años que trabaja como sereno y es conocido en la zona como Paraguayo, fue detenido y trasladado a la dependencia policial mientras que su familia debió ser retirada del lugar.
Algunos vecinos sostuvieron que habitantes del barrio se agolparon en la puerta de la casa del sospechoso “a romper todo”, y en un momento –según dijeron residentes en la zona– la mujer del sospechoso salió a los tiros, hecho que exacerbó aún más los ánimos.
Cuando los uniformados sacaron a la familia del Paraguayo de la casa, la gente agolpada en las inmediaciones, que sobrepasaba en número al personal policial, comenzó a tirar piedras contra los uniformados y varios móviles resultaron dañados y algunos agentes fueron lesionados.
El ánimo en la zona, lejos de calmarse, fue en ascenso. Cerca del mediodía, había gente en todas las esquinas y jóvenes en moto iban y venían a gran velocidad.
En un momento, comenzaron a escucharse detonaciones por calle Servando Bayo. Balas de goma zumbaban en la zona, lo que generó el desbande de la gente que estaba en la calle. Algunos testigos se quejaron del accionar dela Policía, argumentaron que en el lugar había criaturas y que igualmente el personal uniformado tiraba sin miramientos, mientras que otros sostuvieron que se llevaron detenidos a algunos pibes del barrio.
El caso es investigado por personal de la brigada de Homicidios y la seccional 13ª, con jurisdicción en la zona, con conocimiento del Juzgado de Instrucción en turno.