Un paseo en globo por los alrededores de Wellington, en Nueva Zelanda, se convirtió en una cita con la muerte para once personas, en el más grave accidente en los últimos 30 años de la historia de la aviación de ese país.
Fue cuando la bolsa aerostática se rompió en fase de aterrizaje al arrastrar un cabe eléctrico en la localidad de Wairarapa, al norte de Wellington.
A bordo del globo había cinco parejas y el piloto, Lance Hopping, dijeron fuentes locales.
De acuerdo a una primera reconstrucción a partir del relato de testimonios, el globo aerostático se proponía aterrizar sobre un prado, luego de un vuelo de 45 minutos, cuando por motivos que se desconocen arrastró a un cable eléctrico.
A raíz del impacto, el globo rebotó bruscamente, se prendió fuego y se precipitó 150 metros cerca de la Highway 2, frente a la mirada horrorizada de los familiares de las víctimas que esperaban a los suyos en tierra.
«Dos de las personas que se encontraban a bordo, quizás un hombre y una mujer, al parecer se arrojaron del globo en llamas», dijo el jefe de la policía de Wairarapa, BrentRegister.
Los dos cuerpos fueron encontrados a 200 metros del lugar del siniestro, mientras los otros cadáveres fueron hallados dentro del globo aerostático.
«Fue terrible», contó al periódico New Zealand Herald Aurea Hickland, testigo ocular, y que al momento del accidente desayunaba al aire libre.
«Vi a dos pasajeros lanzarse al vacío y le dije a mi marido: ‘No lo lograrán’. Los gritos eran terribles», narró conmocionada la mujer.
Una de las parejas a bordo había recibido los pasajes para el paseo como regalo de Navidad por parte de sus hijos.
«Vi un lado del aerostático que se prendía fuego y de repente las llamas se propagaron hasta alcanzar los diez metros de altura», contó otro testigo, David McKinlay.
«Las condiciones meteorológicas eran perfectas, había un cielo limpio. Me sorprendió ver por un momento al globo y después desaparecer pronto», dijo un ciudadano de la zona, DonCunningham.
El mismo contó luego que los socorristas llegaron de inmediato al lugar y que las llamas fueron controladas enseguida.
El Ministerio de Transporte abrió una investigación. «Pero se necesitará al menos de un año para las indagaciones y dar con las causas del accidente», dijo uno de los investigadores, PeterWilliams.
En la historia de Nueva Zelanda, se trata del segundo peor desastre en cielos luego de aquél de 1979, cuado un avión de la aerolínea de bandera se estrelló en el monte Erebus, en la Antártida, provocando la muerte de sus 257 pasajeros a bordo.
