Santa Fe ya espera el clásico rioplatense. Las horas pasan y la ansiedad le gana por escándalo a la paciencia. La expectativa va en ascenso y el santafesino sólo habla de Argentina y Uruguay. Por unos días las palabras Colón y Unión pasaron a segundo plano. Y así se refleja en los periódicos de la ciudad y en cada bar, donde los parroquianos se preguntan si Messi y compañía podrán cambiar la imagen que dejaron frente a Colombia la semana pasada.
Una recorrida por la ciudad evidencia la fiebre que se vive por ver a Argentina por segunda vez en esta Copa América. La terminal de ómnibus está atestaba de gente, donde la mayoría son turistas que van llegando desde diferentes puntos de la ciudad.
La zona de la costanera, la del shopping y el casino encuentran a turistas caminando pese al mal clima que está azotando a la zona.
Los puestos de venta de banderas, camisetas y gorros crecen con el correr de las horas y en las últimas horas los que se hicieron la “américa” fueron los que apostaron por vender paraguas celestes y blancos, ya que la lluvia comenzó a ser protagonista.
En el centro de prensa, por ejemplo, de a poco los periodistas acreditados van llegando, aunque por estas horas sorprende la ausencia de cronistas uruguayos, quienes llegarán recién mañana o en las últimas horas de hoy debido a los extensos viajes que tuvieron que realizar por todo el país.
Por otra parte, los organizadores comenzaron a difundir las actividades que habrá en la previa al duelo rioplatense. Para esta tardecita, ya en la noche santafesina, está pactada una caravana de hinchas desde el aeropuerto de Sauce Viejo hasta el Hotel de Colón para recibir al seleccionado argentino.
Mientras que mañana la caravana será por el centro y la costanera de la ciudad. Y desde las 15, ya con las puertas del estadio abiertas, habrá show de humor y de música. La conducción estará a cargo de humorista local Daddy Brieva, quien hará sus clásicos monólogos, mientras que para moverse en las tribunas y plateas llegará la música de “Los Palmeras”.
Todo está en orden. La ciudad capital de la provincia se tiñe minuto a minuto de celeste y blanco. Argentina vuelve a Santa Fe y los santafesinos están convulsionados.
