Y una noche volvió el Chelito al Gigante de Arroyito. Tuvieron que pasar doce años para que César Delgado pise nuevamente el campo de juego que fue testigo privilegiado de sus endiabladas gambetas y las asistencias que le daba a Lucho Figueroa. Pero indudablemente no es el mismo que fue aquella vez.
El hincha canalla privilegió el ingreso del Chacho Coudet sobre el del Chelito. No se volvió loca por la vuelta del delantero. Claro que también Delgado quiso pasar desapercibido. No utilizó la demagogia habitual de aquellos jugadores que vuelven de un largo tiempo al club que lo vio nacer. Nunca se separó del grupo en la entrada del equipo.
Cuando comenzó a rodar la pelota el Chelito se paró sobre la derecha, más como mediocampista que como delantero. Y en esa posición se lo sintió incómodo. Poco participativo. Por eso buscó su lugar y se adelantó uno metros más para acompañar a Rubén en ofensiva.
Ahí se notó la jerarquía innata que tiene Delgado. Si bien no fue mucho su aporte, porque quedó presente la falta de ritmo que acarrea por haber jugado en México, un fútbol más liviano que el argentino, al Chelito la calidad nunca se le fue. Y la muestra de eso fue un centro que envió desde una posición incómoda con demasiada facilidad.
Después Fernández remató alto, pero el peligro fue originado por el 19.
Tras 60 minutos dentro del campo de juego el Chacho decidió su reemplazo por Franco Niell. En el balance general se notó que le falta velocidad y que le costará entrar en ritmo en un fútbol en donde a veces se corre más de lo que se piensa.
“Ganamos a los Central”
Autocrítico. Solidario. Pensante. Contento. Así se mostró Eduardo Coudet en su primera conferencia de prensa como técnico de Central en el Gigante de Arroyito.
El Chacho, antes de analizar el triunfo ante Tigre, se tomó unos minutos para destacar lo que hizo Gustavo Alfaro, técnico de Tigre, quien fue alcanzado por un proyectil.
“Primero quiero rescatar los huevos que tuvo Alfaro para que siga el partido. Es importante la localía para nosotros y son cosas que no pueden suceder nunca más”, expresó el Chacho.
En cuanto al partido que jugó su equipo, el técnico canalla se mostró autocrítico.
“No jugamos bien, vamos a seguir trabajando. Igualmente ganamos a lo Central. A veces hay que ligar un poquito. La intención era de jugar mucho más por abajo, pero el rival te lleva al juego de ellos. Ahí te entra la desesperación, empieza a correr el reloj y las cosas las haces apurada y mal”, dijo el DT.
Por último, Coudet se mostró contento por una nueva victoria, pero dejó bien en claro que hay muchas cosas por mejorar.
“Me voy contento por el triunfo y sabiendo que hay muchas cosas por corregir. Debemos seguir trabajando para ir mejorando el juego que pretendo”, concluyó el Chacho.
Una nueva derrota
La reserva de Central volvió a perder. El equipo de Hugo Galloni había debutado con una derrota frente a Racing y ayer ante Tigre nuevamente se quedó sin nada. Fue 1-0 para el Matador y el Canalla formó con: Ledesma; Salazar, Alarcón, Fara y Recalde; Palma, Flores, Da Campo y Bracco; Migone y Oviedo. Luego ingresaron: Protti, Mansilla y Rodríguez. El único tanto lo marcó Alexis Castro en el primer tiempo y fue expulsado Flores.
Agresión sin sentido
Corrían quince minutos del segundo tiempo y el entrenador de Tigre, Gustavo Alfaro, se desplomó producto de un proyectil lanzado desde la platea de Cordiviola. El partido estuvo parado ocho minutos y Alfaro sufrió un corte en su cabeza. El cotejo siguió por la buena predisposición del DT quien dijo “por un tarado, no tiene la culpa el resto”.