La economía argentina está siendo influenciada por los efectos de las elecciones. A una economía totalmente expuesta a los humores del mercado, comienza a sumarse a las inconsistencias macroeconómicas la incertidumbre electoral. En ese marco, los indicadores de actividad económica continúan alejándose de las chances de la ansiada reactivación. Si bien el gobierno esperaba que comiencen las mejoras estadísticas a partir del presente mayo, la reciente devaluación y la incertidumbre cambiaria amenaza con retrasarlas. Pero lo más grave es que las mejoras reales se vislumbran cada vez más lejanas.
En medio de números rojos la economía en Santa Fe está teniendo en 2019 duros traspiés. Transcurrió el peor marzo en venta de autos 0 kilómetro en los últimos 10 años para la provincia. Se vendieron 3.277 unidades, la mitad que el mismo mes del año anterior. Y la situación se agudiza con cada salto del dólar: “En los concesionarios aseguran que no ingresa gente a los salones de venta y que, muchas de las operaciones que estaban por cerrarse o los potenciales clientes que esperaban convencer, desaparecieron”, relevaron desde el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (Ceso).
Otro tanto ocurre en cuanto las ventas de los supermercados santafesinos, que siguen en caída: en febrero se produjo el octavo mes consecutivo de baja a precios constantes de abril de 2016. Los rubros “electrónicos y artículos para el hogar” e “indumentaria, calzado y textiles para el hogar” se encuentran entre los que más cayeron.
En tanto, desde septiembre pasado los despachos de cemento portland experimentan caídas de 20% promedio en la provincia. Las 77.642 toneladas de cemento portland consumidas en el mes de marzo son apenas superiores a las demandadas en el mismo mes de 2015. A nivel nacional, desde septiembre de 2018 el Indicador sintético de la actividad de la construcción (Isac) presenta caídas en las variaciones interanuales, recordaron desde Ceso.
El mismo comportamiento se da en la demanda energética: el consumo de electricidad sigue en baja por el tarifazo. Desde 2017 la EPE acumula un aumento tarifario superior a 180%, y en enero de este año la demanda de energía eléctrica fue 7% inferior al mismo mes del año anterior, y acumula 5 meses consecutivos de caídas.
También están en caída libre las operaciones bancarias de créditos personales, prendarios y mediante tarjetas. Los créditos prendarios y préstamos personales presentaron fuertes caídas interanuales en términos nominales (-51% y -40% respectivamente), mientras que el financiamiento vía tarjetas de crédito aumentó un 33%. Pero al considerar que la inflación interanual para el mismo período fue de 55%, queda en evidencia su fuerte caída real.
Paradójicamente, en un panorama generalizado de bajas, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) del interior es el único indicador positivo. En octubre de 2018 el índice encontró el valor mínimo en 17 años. Entre noviembre y enero la tendencia se revirtió y en los últimos 3 meses ha aumentado, destacó el Ceso.