Por Enrique Genovar
Foto: Juan José García
Un paso hacia atrás. Central no pudo con el último de la general, con el equipo que hoy está en descenso y no pasó del empate. El 0-0 fue un castigo justo para el conjunto de Ariel Holan quien estuvo muy lejos de las expectativas que se crearon antes de arrancar el Clausura tras las llegadas de Ángel Di María y Alejo Veliz. El Canalla no tuvo juego, careció de sociedades y terminó en deuda, algo que en el final del partido varios hinchas se lo hicieron sentir.
Un partido para el olvido. Una producción flojísima fue la que tuvo en el Gigante, ante su gente que resistió estoica las inclemencias del tiempo. Central solamente quedó predestinado a algunas jugadas aisladas, a algún arresto individual que nunca llegó.
Un primer tiempo para extender la siesta del sábado fue lo que hicieron Central y San Martín de San Juan. Es que ambos equipos dieron un mal espectáculo y la mejor noticia de la desapacible jornada fue el pitazo de Ariel Penel que desencadenó el descanso.
El equipo de Holan hizo mal las cosas, le costó horrores imponer condiciones frente al modesto prócer sanjunanino, que a pesar de sus marcadas limitaciones hizo una etapa muy digna.
Central no generó, no tuvo sociedades y todo quedó supeditado algún arresto individual, a alguna jugada aislada, la cual no llegó nunca.
Broun respondió en la única de riesgo para su arco, Borgogno lo hizo ante el remate de Ibarra y el de Cantizano, la pirueta de Giménez se fue cerca y Veliz no pudo darle bien de cabeza a un tiro libre que cayó en forma de centro al área. Poco, poquito, fue lo que pasó en la primera parte de un partido que se disputó casi todo el tiempo bajo una garúa incesante.
Para el complemento Holan dejó en el vestuario a Cantizano y le dio luz verde a Campaz. Y tras los primeros minutos tuvo que volver a mover el banco porque Quintana no pudo seguir por un traumatismo que había sufrido en la primera parte, a la cancha Juan Giménez después de 4 meses de inactividad.
Tras el primer cuarto de hora y al observar que la historia no se modificaba el técnico decidió “romper el doble cinco”, algo que estuvo bien pero que no terminó de darle solución al problema, y mandó a la cancha a Enzo Copetti. Y fue con el ex Racing quien tuvo la más clara del segundo tiempo cuando punteó un centro rasante del colombiano y exigió al arquero Borgogno.
Luego de un par de insinuaciones de Campaz por la izquierda Central se volvió a apagar. Romagnoli realizó variantes defensivas, lógicas por la escasez de material que tiene, para cuidar el cero en su arco. Los minutos se consumieron rápidamente y el equipo de Holan se llenó de impotencia.
El final del partido coincidió con el disgusto de la mayoría de los hinchas, tal es así que hasta se escucharon algunos silbidos por la floja producción que tuvo el equipo ante quien hoy está perdiendo la categoría. Un partido para el olvido, una jornada gris no solamente por el clima sino también por las carencias que tuvo el Canalla en su presentación.
