A menudo muchas personas pueden verse afectadas con la llegada de una crisis inesperada en sus vidas, una crisis que los estremece y los quita de su comodidad. Puede que te preguntes cómo es que llegaste de pronto a estar en un pozo del que aparentemente no hay salida. Incluso tengas la sensación de estar transitando un camino prácticamente a oscuras, te encuentras desorientado, sin saber exactamente cómo se sucedieron los hechos para haber llegado a esta situación.
Es probable que hayas sido desbordado por una serie de acontecimientos en los cuales no pudiste o no supiste actuar de otra manera. La buena noticia es que cuando eres consciente de la crisis en la que te encuentras, que te afecta a nivel afectivo o laboral, el próximo paso que dés, definitivamente te llevará hacia arriba.
Ante todo, lo adecuado en estos casos es aceptar los hechos, es decir, aceptar que te encuentras en una crisis, que has tocado fondo, que te encuentras en un camino transitando situaciones desagradables en tu vida. El primer paso para salir adelante es aceptar lo sucedido; con ello me refiero a no negar los acontecimientos en los cuales te encuentras para luego saber qué hacer. Si no lo haces, más tiempo te tomará salir adelante. Recuerda: una crisis puede ser una bendición disfrazada. En la antigua China el ideograma de la palabra crisis tiene dos lecturas; por un lado: peligro, y por otro lado: oportunidad. Tal vez esta sea la oportunidad que tiene el Universo de sacarte de tu adormecimiento en el cual te encontrabas, haciéndote reflexionar y llevándote al encuentro de tu Verdadero Ser.
El segundo paso consiste en juntar fuerzas para poder enfrentar lo sucedido; trata de descansar correctamente, tomar un tiempo para equilibrar tus emociones, dedicar un tiempo de calidad para ti, conectándote con la naturaleza. Ella nos da ejemplos claros de superación y transformaciones sorprendentes, tal como ocurre con la oruga que se transforma en mariposa para evolucionar. Recuerda: reponer fuerzas es muy importante para evitar recaídas o afectar tu salud física; realiza actividades que te resulten placenteras como divertirte con tu mascota, aliméntate y descansa bien.
Es fundamental que tomes un tiempo para calmar tu mente: practica ejercicios de relajación y si es posible siéntate a meditar; ello hará que tu mente se aquiete y evitas con ello caer en depresión o en la desesperación. Disfruta de tu comedia favorita, conéctate con el buen humor; la risa ayuda a desdramatizar la situación en la que te encuentras. Disuelve todo pensamiento negativo y evita analizar y rememorar una y otra vez los acontecimientos sucedidos; ello produce un desgaste de tu energía vital muy importante: es necesario no malgastar tu energía ya que la necesitas para salir adelante. Mantente optimista.
Ten presente que de cada dificultad, de cada crisis, podemos salir fortalecidos al descubrir un nuevo don, una capacidad que tenemos oculta. Recuerda para ello recurrir a la creatividad: algo que nazca de tu corazón será lo que ayude a superar estas dificultades que atraviesas. Por eso, cuando una crisis llegue a tu vida, poniendo en entredicho tu modo de vida, acéptala como un camino de crecimiento y evolución. Tal vez transites un camino desconocido pero puede que ésta sea tu oportunidad para tomar el timón de tu vida y conducirla hacia lo mejor para ti.
No desperdicies tu energía en pensamientos negativos, relacionados con la tristeza, la desesperanza, tratando de buscar los culpables de tu situación. Sólo desgastas tu mente en diversas hipótesis tu energía vital se ve deteriorada y es fundamental no desgastarte. Trata de conectarte con la confianza en ti mismo, se trata de creer en ti mismo por encima de todo, cree en ti con tanta fuerza como sea necesario para salir de esta situación en la que te encuentras en este momento. Creer hará que te fortalezcas, te dará la posibilidad de elevarte por encima de las circunstancias, ello elevará tu energía vital de un modo considerable, te conectará con la energía del universo. Cree en tus dones y talentos innatos, trata de elaborar una lista de aquello por lo cual sientes placer al realizar. ¿Qué tareas son las que te agradan? ¿Cómo puedes hacer para compartirlas con otros? Haz una lista de aquellas capacidades que ya cuentas en tu haber. ¿Qué conocimientos posees? Piensa en cómo puedes hacer para que eso que tú conoces puedas trasmitirlo a otros, ¿qué técnicas y habilidades conoces? Tal vez, eres bueno pintando, tejiendo, elaborando artesanías, hablando algún idioma. Todo ello ayudará a que enfoques tu atención en algo más positivo que quejarte. La queja por sí sola no te sacará de tu conflicto: elabora estrategias que pueden ayudarte a mantenerte optimista, renovando la confianza y la seguridad en ti mismo.
Todas aquellas personas que estuvieron involucradas de un modo u otro en tu crisis tómalos como “maestros” que ayudan a tu despertar y evolución personal. Con cada crítica, con cada piedra que recibes en el camino puedes construir una escalera que te llevará hacia arriba para salir adelante, fortalecido y renovado. Toma una a una de cada una de estas piedras que encuentres en tu camino y colócalas debajo de ti: que la crítica no te derrumbe. Elévate por encima de tus dificultades, rodéate de personas positivas y haz oídos sordos de los ladrones de sueños, aquellas personas que desistieron de sus sueños o que tuvieron miedo de intentar un cambio en sus vidas y que consideran que es mejor no arriesgarse.
Tómate un tiempo cada día para escuchar la voz de tu corazón; ella es la que te guiará por buen camino; cada decisión que tomes pásala por este filtro; si percibes tranquilidad en tu corazón y en todo tu cuerpo estás decidiendo correctamente. Ella es la que permanece libre de los miedos que proceden de tu mente.
Tu verdadero Ser anida en tu corazón y se conecta con la energía del amor universal, la fuerza más poderosa capaz de destruir cada uno de los miedos que proceden de tu mente.
Realiza ejercicio, camina por lugares verdes, percibiendo la energía que proviene del aire que ingresa a tus pulmones; ello hará que tu energía vital se revitalice y favorecerá la producción de endorfinas. Medita con una amatista; sostener este cristal entre tus manos permitirá trasmutar todo lo negativo en energía positiva, ayudando a que la calma, el equilibrio y la dicha hagan nido en tu interior. Escucha tu música favorita, ya sea mantras de la India, Mozart, aquella canción que te conecta con la alegría y sane tu niño interior. Permanece la mayor parte del tiempo posible centrado en el Aquí y Ahora, en este instante, de este modo evitas que tu mente divague hacia el pasado, que por muy doloroso que resulte ya ocurrió, ni caiga en las incertidumbres de un porvenir incierto.
Trata de ver el lado positivo de los acontecimientos que atraviesas para ello abre tu mente, observa lo sucedido desde diversos ángulos, no saques conclusiones precipitadamente. Evita preguntarte los porqué y busca los para qué de esta crisis. ¿Qué es lo que debes cambiar en tu interior, qué enseñanza te deja esta situación conflictiva?
Recuerda estas palabras de Albert Einstein: “De las adversidades nacen las oportunidades”. Es decir, de una crisis puede nacer una oportunidad para crecer, madurar, perdonarnos y perdonar a los demás, y sobre todas las cosas aprender a amar la vida, abrazándola y sintiéndonos profundamente agradecidos por ella. A pesar de las circunstancias que atraviesas, a pesar de las tormentas que se abaten sobre ti, permanece en tu nave y ajusta las velas, mantente firme y atento a las oportunidades que puedan surgir.
Toma el timón de tu vida y condúcela por un nuevo rumbo; ten la certeza de que después de la tormenta volverá a brillar el sol. Ten fe y esperanza, persiste, sé paciente, y principalmente NO TE RINDAS.