Un hombre fue atacado a golpes y puntazos por una patota cuando descendió de su auto este sábado por la noche en la cuadra de Puerto Rico al 500, de la vecina localidad de Capitán Bermúdez. La víctima recibió dos puñaladas en el abdomen y quedó internada en estado reservado tras ser operada en el hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca). Además, cerca del auto del herido hallaron una ojiva de mortero, por lo que tuvo que intervenir personal del Cuerpo de Explosivos de Bomberos Zapadores de la Unidad Regional XVII, del departamento San Lorenzo.
De acuerdo con voceros policiales, este sábado pasadas las 21 sucedieron al menos tres confusos hechos en la cuadra de Puerto Rico al 500 y los pesquisas intentan establecer la relación entre sí. El primero se conoció cuando personal policial patrullaba avenida San Lorenzo y el conductor de un Chevrolet Corsa se les acercó. El hombre, de 60 años, contó que vivía en Puerto Rico al 500 y que momentos antes cuatro hombres habían amenazado a su pareja y que habían realizado detonaciones en el lugar.
Los uniformados de la Unidad Regional XVII fueron hasta esa cuadra y se toparon con el segundo episodio, ya que hallaron a un hombre desvanecido en la calle, visiblemente golpeado y con heridas de arma blanca.
El personal del Sies trasladó al herido hasta el Heca donde le diagnosticaron traumatismo de cráneo y dos heridas de arma blanca en el abdomen. La víctima fue operada y quedó internada en estado reservado en la sala de cuidados intensivos, aportaron los voceros.
En tanto, dos jóvenes se presentaron ante los policías que estaban en la cuadra de Puerto Rico al 500 como amigos de la víctima y contaron que habían sido atacados por al menos seis desconocidos que se movilizaban en varias motos. Los muchachos describieron que su amigo, Diego R., se llevó la peor parte de la agresión del sexteto cuando intentó descender del Ford Fiesta color gris.
Los policías comunicaron los hechos a la fiscal de San Lorenzo Melisa Serena, quien ordenó al personal de Criminalística de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) medidas en el lugar para esclarecer la tentativa de homicidio.
Cuando llegaron, los investigadores encontraron que el Ford Fiesta de Diego tenía la luneta rota y el parabrisas estallado pero todavía les restaba la mayor sorpresa, ya que cerca del vehículo encontraron una ojiva mortero de 120 milímetros, oxidada.
Fue en ese marco, que se presentó el personal del Cuerpo de Explosivos de Bomberos Zapadores para retirar el proyectil, aportaron las fuentes para aclarar que la fiscal ordenó más actuaciones para esclarecer estos confusos episodios y la relación que tuvieron con la tentativa de homicidio contra Diego.