Con la gesta de la pieza literaria Operación masacre de Rodolfo Walsh como punto de partida, la serie Las bellas almas de los verdugos dirigida por Paula de Luque, que narra “la historia de un hombre inspirado por una frase que cree que va a lograr hacer una gran novela, que lo lleva a la inmortalidad y lo conduce a la muerte”, se estrena este viernes a las 23 por la pantalla de la TV Pública.
“La serie trata acerca del momento en que Rodolfo se convierte en Walsh. Pero no es una ficción que intente decir la verdad y nada más que la verdad. A mí me interesa inspirarme en un personaje”, explicó de Luque en diálogo con Télam, y agregó que antes que una biografía del hombre, quiso contar la historia de “un periodista al que le ocurre algo que le cambia la vida, es la crónica de una investigación, de lo que le sucede a él y de cómo la obra modifica al artista”.
Ambientada en 1956, la serie que toma como referencia el origen de la novela Operación masacre, cuenta la historia de un periodista que a partir de los fusilamientos ordenados para castigar un levantamiento contra la dictadura, se entera de que hay un sobreviviente y empieza a investigar junto a su joven compañera de trabajo, con quien además de comenzar un vínculo afectivo, emprende una aventura repleta de intrigas y peligros.
“No hago una biopic de la vida de Walsh, no me interesan las biopics porque hoy está Google, la simple data dura de la biografía de una persona está en internet. Entonces lo interesante para mí es que cuando uno ve una película sobre alguien tenga una dimensión poética, épica, y una curva dramática que haga que el espectador tenga ganas de saber más y no que compruebe lo que ya sabe”, dijo la realizadora de films como El vestido y Juan y Eva.
Protagonizada por Diego Cremonesi, Vera Spinetta, y Carla Pandolfi, la producción está conformada por ocho episodios de 26 minutos cada uno.
Pepe Monje, Carlos Portaluppi, Luis Ziembrowski, Maxi Ghione, Gustavo Pardi, Fabio Di Tomaso, María Ucedo, Germán de Silva, Jimena Anganuzzi, Nicolás Pauls, Fabio Aste, Claudio Martínez Bel, completan el elenco de la entrega.
“Quería contar esta historia y le propuse al escritor Marcelo Figueras que la escribiéramos. Hicimos un libro cinematográfico que durante la época del macrismo no se pudo filmar y después apareció el concurso Renacer Audiovisual que era solo para series y entonces la readapté para ese formato. A medida que uno trabaja e investiga va apareciendo por qué uno se metió en eso; es un misterio la inspiración”, contó Paula de Luque.
Y, sobre el disparador de la serie, apuntó: “El diálogo entre el universo público y privado de personas que se dedican a algo que luego impacta en la vida de los demás. Me gusta mucho el tema de los vínculos, todas mis películas están atravesadas por la problemática y el misterio de los vínculos y por la psicología de los personajes. Por qué un personaje al que no le interesaba Perón, ni la política, que era un escritor que se ganaba la vida como traductor, que tenía una familia, de pronto un día alguien le dice «hay un fusilado que vive» y encuentra en esa frase la inspiración para hacer su gran novela, que era lo que él quería. Y no solo logra hacer una gran novela sino que funda un género nuevo que se llama no ficción, que son hechos reales novelados, que también tiene poesía, épica, y una gran cantidad de ingredientes de la literatura y de la investigación periodística”.
Para De Luque el atractivo de la serie es que aborda un personaje muy público donde algunas personas saben mucho de Walsh y otras nada. “El meterse adentro de los hechos y en cómo a él le fue cambiando la vida y todo su universo íntimo, cómo ese mundo creativo fue entrando en su intimidad y viceversa, creo que ese es el atractivo”, aseguró.
“La ficción me permite incluir cosas que están muy ancladas en la realidad y otras no. Acá estoy contando la historia de un hombre que se ve en una encrucijada que le cambia la vida y eso es un tema universal. Es algo de la condición humana y es lo que me interesa hacer en cine, no solo en esta serie”, agregó la realizadora.
“Tiene mucha importancia haber hecho una serie completamente argentina. Se dice que Netflix, Amazon y todas las plataformas tienen producciones argentinas y no es cierto. Las producciones que hacen estas empresas norteamericanas son de esas empresas y contratan material humano, porque acá hay mucho talento para que hagan las series que ellos dicen, pero son ellos los que hacen el corte, es decir, lo que se cuenta y lo que no; y con todo respeto a los productores, directores, actores y técnicos argentinos, eso que se construye es estadounidense. Entonces yo celebro en esta etapa de mi vida haber podido narrar esta historia sin que nadie me diga qué puedo contar y qué no o cómo lo tengo que hacer o cómo tengo que edulcorar un mensaje según el algoritmo”, opinó sobre la industria en la actualidad.
Y agregó: “Luego me parece muy importante el compromiso con la verdad que toma Rodolfo Walsh en este momento de la posverdad, que nunca entendí bien qué quiere decir, porque para mí lo que no es verdad es falso. Hay algo en el orden de los medios que pienso desde muy chica, que es que no hay libertad de prensa sino libertad de empresa, entonces las líneas editoriales, los intereses económicos de los medios hacen que hoy la verdad esté puesta en jaque. Sentás a periodistas o personas de cualquier oficio o profesión de diferentes ideologías y van a discutir; el tema no es el debate, que es sano y enriquecedor, el tema es que no hay debate en los medios en este momento, hay medios con una línea editorial que no están dispuestos a debatir, otros donde ni siquiera se nombran ciertas cuestiones porque hacerlo sería ponerlas en agenda, y hay otros que la luchan solitos contra empresas mediáticas con mucho dinero que construyen una verdad de un modo ficcional, porque la construcción de una noticia es la construcción de una ficción”.
Además y para concluir De Luque aclaró que a ella no le gusta bajar línea. “Me interesa la poética, la novela, el universo literario y la riqueza de los personajes. Yo cuento una historia y el que quiera identificarse para bien o para mal que lo haga”, aseguró.