Exceso de trabajo, baja remuneración, falta de oportunidades para actualizarse en la profesión para quienes ejercen en zonas alejadas y pocas mujeres en puestos de jerarquía son algunas de las situaciones que viven los pediatras que trabajan en la Argentina.
Así lo reveló una encuesta nacional realizada a médicos de todo el país que llevaron adelante la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y Unicef.
El inédito estudio incluye encuestas online y entrevistas en profundidad realizadas entre julio y agosto de 2011 a más de mil profesionales, sobre una base de 15.461 médicos asociados a la SAP.
Los resultados indican que 7 de cada 10 pediatras trabaja en dos, tres o más lugares (hospitales públicos o clínicas privadas o consultorios) con cargas horarias que promedian las 47 horas semanales, y que en 2 de cada 10 casos superan la media y alcanzan las 60 horas o más.
Sobre este 70 por ciento de médicos que tiene más de un trabajo, el 55 por ciento se desempeña en dos instituciones; el 31 por ciento lo hace en tres; y el 14 por ciento en más de tres.
Los profesionales declararon un promedio de seis horas de descanso diario, un valor que desciende levemente entre los más jóvenes.
De acuerdo con la encuesta, las mujeres son las más expuestas a la sobrecarga laboral, hacen más guardias y se vuelcan más al trabajo en el sector público. Las entrevistas revelaron que frente a las mismas tareas y con la misma formación y experiencia que sus pares varones, ellas ocupan menos cargos de conducción y gestión de clínicas y hospitales, y perciben menos salario.
En cuanto a la especialización, los pediatras encuestados señalaron que las becas, programas y demás oportunidades académicas disminuyen considerablemente para quienes trabajan en parajes alejados de la Ciudad de Buenos Aires y de las principales urbes del país, en tanto identificaron al Programa Nacional de Actualización Pediátrica (Pronap) como una de las propuestas más accesibles.
La falta de incentivo económico y de progreso que los médicos encuentran en los centros de salud alejados conlleva a que la mayoría de los jóvenes que vive en los pueblos del interior del país y viaja a la ciudad a formarse, no regrese una vez que se recibió y continúe su carrera en grandes hospitales, consultorios privados u organismos de investigación urbanos.
“Existen claras evidencias que demuestran cómo las condiciones de trabajo de los profesionales mejoran los indicadores sanitarios”, destacó la especialista en salud de Unicef Argentina, Zulma Ortiz.
Además, señaló que “garantizar el derecho a la salud de todos los chicos sólo es posible si los pediatras cuentan con la capacitación, las herramientas y un salario acorde a sus tareas sobre todo en aquellos lugares donde la población suele ser más vulnerable y hay menos infraestructura hospitalaria”.
La estadística indica que el 53 por ciento de los pediatras es sostén de hogar: el porcentaje es más elevado entre los varones, quienes en un 78 por ciento declararon proveer el ingreso principal, que entre las mujeres, que lo hacen en un 42 por ciento. Si bien más del 60 por ciento de los profesionales tiene un nombramiento efectivo, 3 de cada 10 manifestaron estar en una relación de trabajo informal.
“Los resultados de la encuesta son un aporte para contribuir a identificar las características y dificultades que experimentan los pediatras en el ejercicio de su profesión”, dijo por su parte el presidente de la SAP, Gustavo Cardigni, e indicó que las mismas “se vinculan directamente con la posibilidad de promoción y protección de la salud de niños, niñas y adolescentes, por cuanto el pediatra es el médico de cabecera en ésta época de la vida”.
Unicef y la SAP también indagaron sobre los entornos laborales. En este sentido, más de la mitad de los pediatras encuestados dijo que en el último mes experimentó situaciones de maltrato verbal por parte de sus pacientes y el 40 por ciento maltrato psicológico, en tanto el 43 por ciento percibió falta de seguridad en el lugar de trabajo.
“Los factores marcados con más énfasis en relación a la satisfacción del ejercicio profesional del pediatra son el clima de trabajo en el lugar donde se desempeña, el nivel de remuneración y la disponibilidad tanto de insumos como de recursos humanos”, concluyó la vicepresidenta de la SAP, Ángela Gentile, y agregó que el 64 por ciento de los pediatras asociados se muestra satisfecho con su ejercicio profesional fundamentalmente por el placer de dedicarse a los que les gusta, una respuesta asociada a la vocación.