La Justicia renovó la prisión preventiva para Gastón Abraham Dlugovitzky, el conductor del Ford Focus que en marzo atropelló y mató al tesorero de la comuna de Ibarlucea, Fabián Cragnolino, en avenida San Martín y Garibaldi. La fiscal de homicidios culposos Valeria Piazza Iglesias lo había imputado por «homicidio simple con dolo eventual», un delito con una pena de 8 a 25 años. Este miércoles, el juez Ismael Manfrin negó el pedido de la defensa para que el imputado espere el juicio en libertad y le prorrogó la prisión preventiva efectiva (es decir, en la cárcel) «por el plazo de ley».
La fiscal adelantó que reunió suficientes pruebas para acusarlo después de la feria. Busca una pena «ejemplar» como la que obtuvo el mecánico Juan Carlos Schmitt, quien fue condenado a 9 años de prisión y 10 de inhabilitación para manejar.
“Pediremos una pena de no menos de 10 años. El caso tiene características similares al de Schmitt. Los elementos prueban una habitualidad en la conducta y que el acusado iba a una velocidad inusitada”, dijo a El Ciudadano Piazza Iglesias.
Según explicó, la pericia arrojó que el conductor del Ford Focus manejaba a una velocidad de entre 128 y 155 km por hora. “En una avenida el máximo es de 60, es decir que iba a más del doble de la velocidad permitida”, agregó la fiscal.
Piazza Iglesias señaló que usará como prueba de la conducta el video que el acusado filmó con su teléfono celular previo al siniestro, y que circuló por las redes sociales, donde él decía que iba por calle San Martín a “160 o 180 kilómetros por hora”. A esto sumará audios del teléfono celular arrojados por el peritaje. “Manifestaba que iba a 200 kilómetros por ahora y no frenaba. Eso hace a la conducta”, señaló la fiscal.
También dijo 15 testigos de la zona dieron cuenta que el joven de 21 años iba a gran velocidad y a contramano. “No fue un hecho aislado. Es una habitualidad en su conducta”, aseguró.
En cuanto a la presencia de alcohol o droga en sangre, la fiscal aclaró que eso no pudo determinarse ya que el acusado ingresó al Hospital de Emergencia Clemente Álvarez (Heca) donde le pusieron suero y diluyeron la prueba.
El homicidio simple con dolo eventual es utilizado como figura por fiscales y abogados de víctimas de siniestros viales para reclamar condenas ejemplares. Contempla penas que superan los 3 años y el condenado cumple tiempo en la cárcel.
El siniestro
El miércoles 6 de marzo Cragnolino manejaba una Renault Kangoo de la empresa Lime que, como lo hacía cada noche, usaba para fiscalizar el trabajo de los camiones de recolección de residuos. Ese era el otro empleo que tenía la víctima.
La reconstrucción del siniestro vial, hecha por los peritos de la Policía, reveló que el Ford Focus que manejaba Dlugovitzky iba a alta velocidad por calle San Martín, y al llegar a Garibaldi impactó contra el lateral del utilitario que conducía la víctima.
Por el golpe, los vehículos atravesaron el cantero central. Cragnolino quedó atrapado en el auto y Dlugovitzky logró salir y quedó tendido en el asfalto. Fue trasladado al Hospital Provincial, donde lo derivaron al Hospital de Emergencia Clemente Álvarez (Heca).
El viernes 8 lo detuvieron y el lunes siguiente la fiscal Valeria Piazza Iglesias lo imputó por homicidio simple con dolo eventual. Le dictaron prisión preventiva sin plazo. El imputado pidió «perdón» y dijo que «no iba corriendo picadas». Contó que tuvo un mes muy «agitado» y que estaba cuidando a su abuelo, que había sufrido un ACV.
La fiscalía secuestró 16 cámaras de la zona, presentó testigos oculares y dejó en evidencia las multas que había recibido desde que tiene carnet, el que le había sido suspendido por 15 días en una ocasión. Dijo que el joven venía circulando a alta velocidad varias cuadras antes del siniestro. Y que no había huella de frenada, por lo que no quiso evitarlo.
Piazza Iglesias explicó que «el tipo de imputación significa que la persona realiza el acto sabiendo que puede matar a alguien y que de todas maneras no le importa». El dolo eventual ingresa en la figura de delitos dolosos y no culposos. Se aplica el Artículo 79, que tiene penas de 8 a 25 años de prisión.
Dolor
Fabián Cragnolino dividía su tiempo entre dos trabajos y su familia. Estaba casado con Julia con quien tuvieron cuatro hijos. Era tesorero de la comuna de Ibarlucea y supervisor en la empresa de limpieza Lime. El jefe comunal de Ibarlucea, Jorge Masson, dijo que Cragnolino siempre fue un hombre responsable. “No le encontramos puntos flacos. Era una persona de grandes valores. Me cuesta creer todo esto. Estoy hablando por teléfono y tengo la sensación de que va entrar a la comuna”, lamentó.
“Fabián tenía un compromiso muy grande con la conciencia vial, la siniestralidad. Habíamos arrancado hace unos días una campaña. El juez (o jueza) va a tener la posibilidad de aplicar los agravantes y hacer la diferencia. Es un asesino”, concluyó.
El precedente
A fines de noviembre de 2018, la cámara de apelaciones confirmó la condena a 9 años de prisión y 10 de inhabilitación para manejar a Juan Carlos Schmitt, el mecánico que el 31 de marzo de 2016 atropelló a alta velocidad y mató al cadete Damián Orgaz, que circulaba en una moto por barrio Belgrano. Schmitt fue condenado por homicidio simple con dolo eventual.
En primera instancia los jueces habían entendido que hubo culpa, pero no dolo o intención de que Orgaz muriera. Le dieron 5 años de prisión. La decisión fue rechazada por la Fiscalía, los familiares y organizaciones de víctimas de siniestros viales.
Los jueces de Cámara Penal Daniel Acosta, José Luis Mascali y Carolina Hernández revocaron la sentencia y subieron el tiempo de cárcel al mecánico. Mediante un recurso horizontal, una instancia judicial innovadora, tres jueces volvieron a revisar la causa y confirmaron la condena.