En su libro Sexteame: amor y sexo en la era de las mujeres deseantes, Luciana Peker dialoga desde el feminismo y «la liberación de la palabra» con otros textos, en una prosa poética hipertextualizada, sobre el amor, el sexo, amores descartables, vínculos y el deseo como derecho, «un deseo que pueda ir para adelante y pensar que el futuro puede ser mejor que el pasado», según aseguró la también autora de Putita golosa a la agencia de noticias Télam.
La cuarentena no frena el deseo ni el lanzamiento del quinto libro de la periodista con más de veinte años de oficio, especializada en feminismo, que con Tita Print presenta el libro Sexteame con La Deseante (booktrailer), que invita a desear y soñar con pieles y abrazos en esta ausencia de afectos y contactos obligados por la cuarentena y marcados por la virtualidad avasallante.
En el libro, editado por Paidós, se hilvanan fragmentos autobiográficos con relatos de mujeres, escritoras y pensadores, y la crueldad de los datos. Peker escribe poniendo el cuerpo y las sensaciones. Escribe sobre un tema que le surge de las entrañas, del dolor, de las venganzas ejercidas sobre su cuerpo, su trabajo y su deseo. Sostiene que no se trata de un libro de autoayuda, porque no da soluciones que no tiene. Al contrario, «es un libro absolutamente sentido y cargado de dolor y de deseo, de mucha escucha y lectura con las mujeres».
La autora y referente del feminismo en la Argentina, habló también acerca de cómo es este proceso de «la liberación de la palabra» que nace en el país. «La liberación de la palabra es lo que empieza a suceder en España con el «yo te creo hermana», «cuéntenlo», «denuncia a tu cerdo» (tu abusador) en Francia, el «Me Too» en Estados Unidos, el «NiUnaMenos», y «Mi primer acoso» o «Y la culpa no era mía» por Las Tesis desde Chile. Son relatos en las redes sociales donde se empiezan a denunciar situaciones de acoso, abuso, violencia de género, discriminación. A ese fenómeno, en el mundo, se lo conoce como «liberación de la palabra». Las periodistas y escritoras que hacemos género somos, de manera plural y coral, un eje fundamental para que otras mujeres puedan replicar con palabras sus testimonios, sus historias. El fenómeno empieza en la Argentina, no por razones azarosas, sino como fenómeno de una construcción política de herencia y resistencia a la dictadura militar, de la importancia de los movimientos de los Derechos Humanos, de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, de H.I.J.O.S, del Paro Internacional de Mujeres, de los Encuentros de Mujeres; por muchos motivos estructurales donde el movimiento feminista tiene un sentido político y de trayectoria importante. Este movimiento de liberación de la palabra tiene una fuerte impronta latina y tercermundista porque ésa es la impronta donde nos resistimos al abuso sexual, pero también a otros abusos de poder que tienen que ver con la disputa y las desigualdades entre el primer mundo y el tercero», dijo.Finalmente, Peker ahondó acerca de cómo se sigue trabajando sobre el feminismo con la cancelación del espacio público: «Hay formas de trabajar el feminismo, pero hay que reconocer un retroceso. Hay más políticas públicas que en ninguna otra gestión, tenemos el Ministerio de Mujeres donde las Naciones Unidas reconoció que la Argentina es el primer país con mayores políticas públicas. Hay una incidencia del feminismo hoy, que tiene el feminismo para llegar al Ministerio y a distintas áreas gubernamentales. El espacio del feminismo en la Argentina es la calle, y en ese sentido estamos en una situación de retroceso donde la derecha más rancia toma las calles. Sexteame es un libro que propone esta liberación de la palabra. Lo que hacemos con otras escritoras, periodistas feministas, como María del Mar Ramón, Tamara Tenenbaum, Mariana Carbajal, Gabriela Cabezón Cámara, Dolores Reyes, Gabriela Borrelli y muchísimas más, es que esto tenga una continuidad. Leernos hoy es una forma de resistencia en cuarentena. Si bien estamos copadas por las redes, las pantallas nos cansan los ojos, está la posibilidad de leer como tiempo de respaldo y serenidad, de no dejar nuestro lugar de pensamiento, reflexión, abrazo y resistencia».