La historia de Gustavo tiene todos los condimentos de un culebrón mexicano. Una mala relación parental, una supuesta infidelidad, agresiones, un divorcio que lo privó de su esposa, y una donación revocada que lo dejó sin casa. Todo se inició en el 2007 cuando José – el padre de Gustavo – solicitó judicialmente la revocación de una donación hecha a su hijo por una suma de 40.000 dólares para la compra de una casa. Es que el hombre se enteró a través de su ex nuera, que su hijo lo acusó de mantener una relación amorosa con la que fue su esposa durante el trámite de divorcio. Con este argumento, José inició una demanda judicial para que Gustavo le restituya el dinero donado. El juicio recayó ante el Juzgado de Distrito Civil y Comercial de la 5ª Nominación que rechazó la demanda al entender que la mención de la relación cercana entre el padre y la nuera fueron vertidas dentro de un juicio de divorcio en el que entraron en consideración circunstancias de la vida íntima de cada familia por lo que entendió que no es suficiente para fundar una injuria grave. Pero la Cámara Civil no compartió el criterio y dio lugar a la demanda del padre “más allá del concepto que pueda merecer el supuesto de un padre que ejercita la vindicta (venganza) contra un hijo a quien, aparentemente, deja en estado de desamparo” refiere el fallo. Ahora el demandado deberá reintegrar el dinero que su padre le donó para comprar la vivienda familiar.
Los padres de Gustavo se separaron cuando él era un niño, desde allí la relación con su papá estuvo signada por el conflicto y los distanciamientos. Gustavo se casó y tuvo dos hijos, pero los problemas económicos lo aquejaban, y según lo expresó su padre en la demanda siempre lo ayudó económicamente. En el año 1999 José le giró un dinero para que su hijo comprara una casa para la familia, refiere el fallo.
Luego de la donación, la relación entre Gustavo y su esposa Jaquelina comenzó a deteriorarse. El hombre sostenía que su problema de pareja estaba motivado en el acercamiento que la mujer tenía con su padre. Las relaciones se hicieron cada vez más complejas y en el año 2005 se produjo un incidente. José fue abordado en la puerta de la casa de Gustavo por los hermanos de su nuera y por su hijo, quienes, según denunció penalmente, lo tomaron a golpes de puño. Ello derivó en una causa por lesiones leves que terminó archivada, refirieron fuentes judiciales.
Separación
En el año 2007 Jaquelina inició un juicio de divorcio. En la contestación de la demanda, Gustavo sostuvo que su padre mantenía una relación con su mujer. Entonces, Jaquelina le entregó una copia del escrito a su ex suegro. Este fue el disparador para que José demandara a su hijo para recuperar el dinero que le había donado, ya que se sintió injuriado por actitudes de su hijo que incluyó golpes y la alusión – dentro del juicio de divorcio – a una supuesta relación sentimental con su nuera, sostiene la resolución.
La demanda recayó ante el Juzgado de Distrito de la 5ª Nominación a cargo de Iván Kvasina, quien rechazó la demanda. El juez tuvo por acreditada la donación, aunque rechazó la demanda planteada por José al sostener que sólo se puede dejar sin efecto una donación por causas graves, lo que debe interpretarse restrictivamente. Y en este caso particular en ningún momento se imputó claramente a Gustavo de atentar contra la vida de su padre, ni siquiera en la denuncia penal por lesiones leves, por lo que no quedó visiblemente demostrado cuál fue la verdadera conducta desplegada por el hijo. Respecto a las injurias, Kvasina sostuvo que si bien en la contestación de la demanda –que se hizo dentro del marco de un juicio de divorcio en los que entran en consideración circunstancias de la vida íntima de cada familia– se deja entrever la posibilidad de una relación cercana entre el padre y la nuera, ello no resulta suficiente para fundar la revocación de la donación. El magistrado expresó que debe tenerse en cuenta la relación entre el padre y el hijo que distó mucho de ser armoniosa y cordial, la cual estuvo signada por conflictos y distanciamientos. Fue en este marco que el actor decidió efectuar una donación y ante un nuevo capítulo de conflictos que históricamente han mantenido pretende dar marcha atrás intentando revocar la donación, explica el fallo.
Segunda instancia
Ante la sentencia adversa José apeló la resolución ante la Cámara Civil y Comercial. En la revisión la Sala IV integrada por Jorge Peyrano, Avelino Rodil y Edgar Baracat revocó la sentencia de Kvasina e hizo lugar a la demanda de José al entender que las expresiones vertidas por el hijo en la contestación de la demanda de divorcio constituyen una ofensa del donatario al donante con suficiente entidad para considerarla una injuria grave, “mas allá del concepto que pueda merecer el supuesto de un padre que ejercita una vindicta (venganza) contra un hijo y a quien, aparentemente, deja en estado de desamparo”, sostiene la resolución de la alzada.
Por lo que Gustavo deberá devolver a su padre la suma de 40.000 dólares que le había sido donada para la compra de una casa.
