“Lo que voy a decir puede resultar contradictorio… pero México mereció ganar, y Alemania mereció empatar”. Esto no lo digo yo, formó parte del cúmulo de comentarios que se oyeron en la TV deportiva por parte de sesudos periodistas al término del duelo mundialista del mediodía dominguero (batacazo 1-0 de los aztecas), en la jornada más potente –hasta ahora– desde el puntapié inicial de Rusia 2018.
Una imbecilidad más, podría decirse, de parte de analistas que le harían un favor al ecosistema si se llamaran a silencio. Pero en este caso, tamaña osadía verbal –más allá de la estrechez mental que es dable suponer en quien la profirió– da pie para introducir a un debate que se viene dando en ciertas esferas del análisis científico-futbolístico de alto nivel, con eje en algunas marcadas injusticias que subyacen en los reglamentos regidores del juego y los puntajes.
En este sentido, académicos de la Universidad Nacional de Investigación en Tecnologías de la Información, Mecánica y Óptica de San Petersburgo (ITMO) –casa de estudios rankeada en el top ten de la educación superior rusa– vienen siguiendo el tema desde hace años: en base a profusas estadísticas que computan partidos y campeonatos desde que existen registros históricos confiables de ellos, concluyeron sin margen de error que el fútbol es el más injusto –a la hora de los resultados– de todos los deportes federados con pelota conocidos.
Quedará para otra futura columna profundizar sobre los revolucionarios cambios que sugieren dichos investigadores para ajusticiar en algo el juego más popular. Pero por lo pronto, volviendo al disparador de este análisis, en materia de puntajes es más que claro que el “3 puntos para el ganador, cero para el perdedor, o: un punto para cada uno si hay empate” es incapaz de reflejar con justicia las múltiples circunstancias en las que dos equipos llegan a un triunfo, un empate o una derrota.
En criterio del analista citado al inicio, bien podría valer entonces, para el cotejo de referencia que tantos Prodes destripó: 3 puntos para México, 1 para Alemania. Se las dejo picando.
