El jefe de Gabinete, Marcos Peña, ratificó hoy la postura que viene sosteniendo el gobierno respecto del caso Santiago Maldonado al asegurar que «todas las hipótesis están abiertas» y que «no hay elementos firmes en la causa que puedan confirmar que se trate de una desaparición forzada».
«Todas las hipótesis hoy están abiertas. No hay la posibilitad según el expediente judicial de poder dar por probada ninguna hipótesis. Por eso consideramos muy importante la prudencia institucional», señaló Peña en un mensaje dirigido a la oposición, a la que le pidió que cese en sus intentos de «politización» y en sus «acusaciones sin fundamento» contra el gobierno.
Durante su informe de gestión en el recinto de la Cámara de Diputados, el funcionario nacional negó que el gobierno esté «encubriendo» y que por el contrario «es el primer interesado en que aparezca Santiago Maldonado».
Por caso, recordó que «desde el primer minuto se apartó a la Gendarmería de la investigación» para que sean otras fuerzas de seguridad, como la Prefectura y la Policía Federal las que lleven adelante las pesquisas.
«Hoy por hoy no descartamos ninguna hipótesis. No hemos actuado ni actuaríamos nunca encubriendo a nadie. Queremos que se sepa la verdad del caso», enfatizó Peña.
Los diputados del Frente para la Victoria colocaron sobre sus bancas un cartel alusivo a Santiago Maldonado y todos ellos, en cada una de sus intervenciones, requirieron al ministro coordinador información sobre el paradero del joven de 28 años que desapareció luego de un operativo de Gendarmería contra una comunidad mapuche en Chubut.
Más allá de insistir en que por el momento no hay en la causa «elementos firmes» que dejen en evidencia un accionar fuera del marco legal por parte de Gendarmería, prometió una respuesta «dura» por parte del Estado en caso de que se demuestre la hipótesis de un uso indebido de la fuerza pública.
«Seremos todo lo duro que tengamos que ser, como lo hemos sido en otros temas, con cualquier persona del Estado que se haya apartado un centímetro de la ley, particularmente en el uso de la fuerza pública», se comprometió.
Al margen de cómo vaya decantando la causa, Peña cuestionó los «agravios» recibidos por parte de quienes -a raíz del caso Maldonado- plantearon paralelismos entre las prácticas del Gobierno de Cambiemos con las utilizadas durante la última dictadura militar.
«Hemos vivido situaciones que nos preocupan. Se han recibido agravios que repudiamos profundamente. El intento político de insinuar permanentemente similitudes con la dictadura u otros procesos dolorosísimos y trágicos de nuestra historia carece de fundamento y sólo se explica por motivaciones políticas», protestó.