No es fácil ser el hombre con el pene más grande del mundo, especialmente cuando se trata de atravesar los molestos puestos de seguridad en los aeropuertos con un aparente “bulto” en el pantalón. Jonah Falcon, con el sentido del humor necesario, fue víctima de la paranoia anti-terrorista que reina en los aeropuertos en Estados Unidos desde los atentados del 11 de septiembre en 2001.
Falcon recientemente tuvo que vivir un cómico y a la vez ofensivo episodio en la Terminal de San Francisco, donde recibió un cateo especial, después de que las autoridades sospecharon que llevaba un paquete oculto en sus pantalones. Pero no, este hombre de 41 años, no llevaba un arma o drogas, sino, para el asombro de uno de los guardias, simplemente llevaba adherido a su lado izquierdo su pene de más de 22 centímetros flácido y más de 34 erecto (lo que constituye un récord, según un documental emitido por HBO en 1998).
Uno de los oficiales le preguntó si llevaba algo, a lo que Falcon respondió que “no”, pero entonces las cosas se pusieron más serias y lo llevaron al escáner de cuerpo completo.
Al parecer su miembro estaba generando algún tipo de creciente magnetismo, porque otro guardia, más joven, interpretó su “paquete” como una amenaza biológica, algo realmente irrisorio. “Le dije ‘es mi pene’. Me cateó pero se aseguró de rodearlo con las manos. Luego me pusieron polvo, probablemente para examinar si tenía explosivos. Al final fue divertido” dijo Falcon, quien rechaza constantemente a la industria del porno, pese a estar desempleado.
Por último, Falcon en una entrevista al Huffington Post, sostuvo que para la próxima vez usará los pantalones de motociclista bien ajustados para que las autoridades no confundan su pene con armas de destrucción masiva. Ya que este sólo es una “masiva arma de concepción”, bromeó.