Candela, la joven de 20 años que fue salvajemente golpeada a la salida de un boliche de Arroyo Seco, dijo ayer que pensó que moría mientras la golpeaban en el suelo. «Primero viene un pibe y me pega una trompada en la mandíbula. Me caigo y me empezaron a pegar las otras. Una me pateaba la cabeza y la otra me pegaba con un zapato (en el cráneo). Tengo el pecho hundido de tantas patadas», expresó.
El dramático relato de Candela tuvo lugar en el mediodía de ayer en la puerta del Hospital Provincial de Rosario, donde recibió las curaciones. Contó que no era la primera vez que tenía problemas con el grupo de chicas que luego la atacó cuando estaba por subirse a un auto en el estacionamiento de la discoteca.
«Tengo el pecho hundido de tantas patadas. Pensé (mientras era golpeada) que me estaba muriendo, que no sabía si iba a salir», contó la joven en diálogo con la emisora local Canal 3. «Me peleo con una chica y mi hermano con otra. Nos sacaron. El patovica me tenía de los brazos, cuando una pasó y me siguió pegando. Después nos sacaron a todas juntas», agregó.
La joven señaló que mientras estaba en el estacionamiento del boliche un chico le pegó «en la mandíbula», lo que provocó que cayera al suelo. «Me caigo y me pegan las otras. Me tenían de los pies, me daban patadas y con un zapato en la cabeza. Convulsioné. Después convulsioné tres veces más. Fue un pibe el que me tiró y cinco chicas las que me pegaron», explicó.
«Tengo una foto donde dos que me dan patadas en la cabeza y otras dos estaban agarrando a una amiga mía. Tengo la cara mordida; en la cabeza tengo dos tajos; hematomas en todo el cuerpo», indicó.
El relato de la hermana
En tanto, Agustina, hermana de Candela, también señaló que las chicas que la agredieron ya la “miraban mal” desde el inicio de la jornada en el boliche. “Ellas querían atacarla desde temprano. Ya tenemos los nombres de las que la golpearon. Ellas eran más grandes que nosotras», indicó.
También relató que los dueños del boliche se acercaron sólo cuando vieron que su hermana estaba convulsionando.
“Se acercó un policía y los médicos del lugar, que la asistieron”, añadió. “Yo supongo que el alcohol hace esto. De nuestra parte no tenemos idea porque empezó todo este problema”, opinó Agustina. Y apuntó que “cuando la vieron en el piso, le siguieron pegando; es como que quieren demostrar poder”.
Otra versión en el hospital
En tanto, en el Hospital Provincial aseguraron que Candela siempre estuvo “estable” y “respiró por sus propios medios” en ese centro de salud. Lorena Botta, directora del Provincial, detalló que la joven “estuvo bien, lúcida, en observación, pero clínicamente estable”. Las palabras se dieron a que a Candela le dieran el alta, hecho que ocurrió ayer al mediodía.